L’elisir d’amore en Bilbao

Escena de L’elisir d’amore de Gaetano Donizetti en el programa Ópera Berri de Bilbao © Domi Alonso

Noviembre 25, 2023. La ABAO Ópera de Bilbao, dentro de su programa Ópera Berri, mediante el cual pretende acercar el mundo de la lírica a nuevos públicos programando una función con un segundo reparto y precios en las entradas más asequibles, ha ofrecido una entrañable función de L’elisir d’amore de Gaetano Donizetti. 

Para la ocasión, el inmenso Palacio Euskalduna, con un aforo de 2,164 localidades, rozó el lleno aunque vimos algunos huecos que podrían haberse cubierto si ofertaran entradas de última hora para jóvenes o desempleados, como hace el vecino Auditorio Kursaal de San Sebastián.

La dirección de escena de Marina Bianchi estuvo plagada de detalles muy interesantes, como la presencia de una fanfarria en el escenario, la abundancia de figurantes en muchos pasajes y una sorpresa en el intermedio con la recreación de un viejo cine con espectadores, en los que se proyectaban fragmentos de películas italianas en blanco y negro. Con respecto a la función de la semana pasada, en esta ocasión los solistas se tomaron algunas licencias, realizando algunos guiños a la cultura vasca (“Bai” en lugar de “Sì” y “Txakoli” en vez de “Elisir”) que provocaron las risas de los asistentes. En esta ocasión y debido a una mejor prestación cómica por parte de los cantantes de este segundo reparto, se hizo justicia al género buffo, abundando las carcajadas entre el público a lo largo de toda la representación. 

La dirección musical corrió a cargo del joven director mexicano Iván López Reynoso, todo un maestro concertador que dominó de principio a fin la maravillosa partitura que Donizetti elaboró en algo más de dos semanas. Impecable durante toda la noche en las entradas y en los números corales, Reynoso realizó una excelente labor de acompañamiento de cantantes, aspecto este último en el que influye positivamente el hecho de que el propio director sea además cantante. En esta ocasión, observamos una dirección más enérgica y unos tempi más dinámicos en ciertos pasajes que la semana anterior, por lo que deducimos que el maestro de Guanajuato se encontraba mucho más cómodo desde el foso con este segundo reparto.

La soprano Marta Urbieta demostró muchas tablas como actriz a la hora de interpretar el rol de Giannetta. Mucho más suelta que en el día del estreno, fue muy aplaudida tras el número ‘Sarà possibile?’, junto al resto de voces femeninas del Coro de la Opera de Bilbao. Convincente como actriz durante toda la noche, su voz siempre destacó en las intervenciones corales, con lo que podemos concluir que la cantante vizcaína está llamando con fuerza a la puerta de papeles más importantes.

El cantante catalán Pau Armengol debutó en ABAO sin mucho éxito, interpretando el papel de Belcore. Correcto en su faceta de actor durante toda la noche, a nivel vocal no estuvo a la altura de sus compañeros de reparto, mostrando una voz poco atractiva y de escasa proyección. El barítono asturiano David Menéndez aportó en lo teatral matices muy interesantes al personaje de Dulcamara. Aplaudido tras el aria del primer acto, mejoró considerablemente sus prestaciones canoras en el segundo acto, lo que nos permitió disfrutar de una voz mejor proyectada en el dueto ‘Come s’en va contento… Quanto amore’, junto a la soprano.

Helena Orcoyen (Adina) y Juan Antonio Sanabria (Nemorino) © Domi Alonso

El tenor Juan Antonio Sanabria ofreció una auténtica Master-Class de bel canto, bordando el rol del enamorado Nemorino. Cantante dotado con una técnica impecable, su voz desprende musicalidad por todas partes, como se pudo apreciar en la cavatina del primer acto ‘Quanto è bella, quanto è cara’, interpretada con una cadenza impactante y un dominio absoluto de las coloraturas. Tremendamente acertado en la faceta cómica, Sanabria se mostró infalible en el registro agudo durante toda la representación, exhibiendo una de las voces más bellas que hemos escuchado en los últimos años. 

En el segundo acto, el tenor canario exhibió un timbre bellísimo, así como un fiato extraordinario en el dueto ‘Ai perigli della guerra’, junto al sargento Belcore. Capítulo aparte merece su maravillosa interpretación de la famosa romanza ‘Una furtiva lagrima’, toda una lección de canto legato que logró emocionar a los espectadores. Es una verdadera lástima que este magnífico tenor ligero tuviera que enfrentarse a la inmensidad del Euskalduna, ya que en un teatro más adecuado para su voz, esa genial messa di voce y esa magistral línea de canto, se hubieran apreciado en toda su dimensión. 

Como tema interesante entre los corrillos del público, al terminar la representación, se escuchaba comentar que si Juan Antonio Sanabria contara con un poco más de potencia vocal, estaríamos hablando de un top mundial en su tesitura. Esperemos que, con los años, esta maravillosa voz gane en volumen y decibelios.

La soprano de Tolosa, Helena Orcoyen, fue una de las triunfadoras de una noche, en la que mostró una voz con mucho empaque que no teme a las notas altas del pentagrama. Como actriz, su complicidad con el resto de los solistas fue encomiable, destacando una especial coordinación musical en los números cantados junto al tenor. Durante el primer acto, destacó en el dueto ‘Una parola, o Adina… Chiedi all’aura lusinghiera’, junto a Nemorino. 

Generosa y entregada en los agudos finales en sus intervenciones con el coro, la soprano estuvo inconmensurable en el pasaje final del primer acto ‘Lo compatite, egli è un ragazzo’ en el que invoca piedad a Belcore. En el segundo acto, fue muy aplaudida tras el aria ‘Prendi, per me sei libero’, donde mostró una voz poderosa y bien proyectada que puede llegar a afrontar con solvencia repertorios menos ligeros en el futuro.

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