Verónica Murúa en Casa Nuestra

La soprano Verónica Murúa participó en un concierto de música nueva en el Senado de la República

Octubre 20, 2023. Como lo demuestra su programación más reciente y, desde luego, su historial sonoro, la música clásica contemporánea ha tenido un importante espacio de exposición en el Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez (FIMNME), que en 2023 llegó a su edición número 45.

Celebrado del 6 al 22 de octubre en diversos foros e instituciones principalmente de la Ciudad de México (pero también de Sinaloa, Michoacán, Querétaro y Nuevo León), el 45FIMNME presentó al público 31 programas con la participación de cientos de intérpretes que abordaron obras de más de una centena y media de compositores.

El concierto 26 del foro se realizó el pasado 20 de octubre en Casa Nuestra —un espacio que se localiza en la Sede Histórica del Senado de la República y que desde 2018 está abierto para la oferta cultural de México y el mundo—, e incluyó piezas de los compositores Nadia Borislava (Rusia, 1969), Rogelio Ramírez Sánchez (México, 1990), Jimena Palma (México, 1993), Eduardo Trillo (México, 1994), Galina Ustvolskaya (Rusia, 1919-2006) y Enrique González Medina (México, 1954). 

En este programa, presentado también un día antes en la Sala Xochipilli de la Facultad de Música (FAM) de la UNAM, y que como programación de Casa Nuestra formó parte del ciclo Conciertos de Bellas Artes en el Senado de la República (en colaboración con la Coordinación Nacional de Música y Ópera), participaron la soprano Verónica Murúa, el pianista Diego Sánchez-Villa, el clarinetista Carlos Díaz, el guitarrista Sebastián Betancourt y el maestro Germán Tort, al frente del Ensamble de Música Contemporánea de la Escuela Superior de Música (ESM) del INBAL y el Ensamble de Música Nueva de la Facultad de Música de la UNAM (FaM).

Se trató de un concierto que, en general, se caracterizó por integrarse con obras breves y descriptivas, no solo por su poesía explícita, sino también por la expresividad sonora y conceptual que puede encontrarse en el género del poema sinfónico.

En Espejismos de Borislova (2014), Carlos Díaz y Sebastián Betancourt entretejieron un diálogo de cámara que si bien exploró la poco usual combinación de voces entre el clarinete y la guitarra, sus timbres, colores y ritmos se funden en una sola frecuencia emocional. 

Como segundo número del programa, y ya con la orquesta completa, se interpretó el estreno mundial de Cuatro piezas de lluvia (2016) de Ramírez Sánchez, en las que el compositor plasma las intensidades del llover, desde una ligera llovizna hasta una estruendosa tormenta, cuya violencia e irregularidad puede encontrarse a través de la atonalidad.

El vuelo de las mariposas monarca (2022) de Palma y Letanía del atardecer (2023) de Trillo, también fueron estrenos mundiales. La primera es un recorrido sonoro que acompaña la migración anual de esa especie de mariposas hacia nuestro país y a pesar de ese bello fenómeno de la naturaleza, que se aprecia en la orquestación, de igual manera despliega el peligro de la extinción; la segunda es una idea mágica y ritualista que mezcla el diálogo interior y la espiritualidad con la repetición inevitable y el lirismo de una tarde que separa el día de la noche.

Los 7 Poemínimos, Op. 7 (1995) de González Medina son lo que dicen su título, para soprano y orquesta. Explícitas y poéticas a la vez, son siete piezas que brindan armadura sonora, rítmica, tímbrica, armónica y temporal (la brevedad) a poemínimos de Efraín Huerta, poeta que acuñara el término a finales de los años 70. Cuatro o cinco palabras; frases, juegos, creatividad, estallidos como eslóganes, ocurrencias, sentimientos, naderías en su mínima expresión: toda definición es insuficiente, inexacta y poemínima. 

Verónica Murúa, con los Ensambles de Música Contemporánea de la ESM y de Música Nueva de la FaM

La soprano Verónica Murúa mostró la gracilidad de las piezas con una voz carnosa y resonante, capaz de la chispa y el humor. Primero declamó los poemínimos, luego los cantó como contraste acaso de lo que logra la puesta en música. El control interpretativo fue importante, porque cada pieza tiene su reto musical propio y en conjunto lo tienen en su inicio y final, a veces sin desarrollo suficiente, lo que implica el entendimiento y la fuerza de una sentencia, la frase que provoca chiste, el sarcasmo, el elogio o el piropo. No hay tiempo para más, pero ese instante es suficiente y salva o condena, mienta u omite, crea o destruye, es sonrisa o mueca, cicuta o antídoto.

Como cierre del programa se interpretó el Concierto para piano y orquesta de Ustvolskaya, obra que refleja una poderosa y original fuerza creativa de la compositora, con pasajes tímbricos cálidos entonados en el teclado por Diego Sánchez-Villa. Pero, sobre todo, es un despliegue brutal de una imagen sonora —así lo logró la orquesta y la dirección de Germán Tort—, que si bien puede evocar la literatura musical rusa y de hecho la historia y cultura que la ha producido, en ella resuena una voz heroica y personal, sin duda obsesiva y demoledora como consta en sus repeticiones finales, que son como una maquinaria agónica que se niega a extinguirse, aunque sabe que esos compases concluyentes son su destino y los enfrenta erguida hasta el silencio. 

Compartir: