X: The Life and Times of Malcolm X en Nueva York

Will Liverman como el protagonista en el estreno de X: The Life and Times of Malcolm X en el Met © Marty Sohl

Noviembre 14, 2023. Comprometida en renovar su repertorio y buscando atraer a un nuevo público, la dirección del Metropolitan Opera House de Nueva York programó la ópera X: The Life and Times of Malcolm X, del compositor y pianista estadounidense Anthony Davis, importante activista por los derechos de la comunidad afroamericana. 

La ópera fue estrenada en Philadelphia en 1985 y un año más tarde vio la luz en la desaparecida New York City Opera, siendo justo concederle el mérito de ser pionera en el tratamiento de temas políticos reivindicativos de la comunidad afroamericana en el mundo de la ópera. Con libreto del dramaturgo americano Thulani Davis, la trama, tal como reza en el título de la ópera, repasa “la vida y los tiempos” del líder y defensor de los derechos humanos y las libertades civiles: Malcolm X, y de su camino espiritual desde su infancia hasta su asesinato, acaecido en Harlem en 1965. 

Musicalmente, Davis propone una elaborada partitura, no siempre inspirada, de poco vuelo lírico y excesiva duración, en la que mezcla diferentes géneros musicales tales como el jazz, la clásica contemporánea, el blues, la comedia musical e incluso hasta algo de música experimental. Encabezando el equilibrado y numeroso elenco vocal, el talentoso y ascendente barítono Will Liverman hizo maravillas con la anodina escritura vocal de la parte de Malcolm X, destacando por su voz de rico esmalte, un canto pleno de matices y su sólida entrega escénica. 

Bryce Christian Thompson (como Malcolm de niño) con Victor Ryan Roberton en el rol del líder islamista Elijah Muhammad © Marty Sohl

Como Malcolm X en su niñez, el niño Bryce Christian Thompson lució una potente y flexible voz que, junto a un enorme carisma escénico, hicieron las delicias del público. Como el líder islamista Elijah Muhammad, el tenor Victor Ryan Robertson exhibió una voz cálida y generosa, mientras que el bajo-barítono Michael Sumuel impresionó por la calidad de sus cavernosos graves y su expresivo canto con los que delineó a Reginald, el hermano del protagonista.

Poseedora de un importante poderio vocal, la mezzosoprano Raehann Bryce Davis sacó el máximo partido posible de las partes de la cantante de jazz Ella Fitzgerald y de la “Reina Madre”, y se anotó un merecido triunfo personal. No le fue en zaga la joven soprano Leah Hawkins, quien causó una muy grata impresión como Louise y como Betty Shabazz, la esposa de Malcolm X. 

El resto de los numerosos personajes secundarios fueron cubiertos con solvencia por elementos locales. Buen trabajo del coro dirigido por el siempre profesional Donald Palumbo. A cargo de la vertiente musical, el director americano Kazem Abdullah dirigió con buen pulso la compleja partitura de Davis, coordinando con eficacia el trabajo de la orquesta de la casa, la orquesta de Jazz y la labor de los intérpretes vocales. 

Estrenada la temporada pasada en Detroit, la simbólica y futurista producción escénica que firmó el director americano Robert O’Hara convenció con lo justo, absolutamente sobrecargada e incapaz de dirigir la atención del espectador donde efectivamente tenía lugar la acción. El vistoso vestuario de líneas afrofuturista de la diseñadora Dede Ayite y las estudiadas coreografías de Rickey Tripp aportaron atractivo a la propuesta visual.

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