Maritza Alemán, In memoriam

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Maritza Alemán dedicó gran parte de su vida a la enseñanza vocal en la Escuela Superior de Música

Maritza Alemán, cuyo verdadero nombre era María Teresa Sánchez Alemán, fue poseedora de una de las voces más hermosas, con calidad y calidez, homogénea en todo su registro, aunada a una enorme versatilidad en su amplio repertorio que habría de iniciar con el pequeño papel de Dmitri en la ópera Fedora de Umberto Giordano, que interpretó en la temporada de Ópera Internacional 1953, en el Palacio de Bellas Artes, al lado de Elena Nicolai y Giuseppe Campora bajo la dirección de Oliviero De Fabritiis. Su carrera artística duró cincuenta años.

Maritza Alemán estudió en la Academia de la Ópera del INBAL, y a partir de entonces comenzó a  presentarse en las temporadas de Ópera Nacional, tanto en el Palacio de Bellas Artes como en las giras que la institución realizaba al interior de la República Mexicana: Monterrey, Guadalajara, Veracruz, Guanajuato, San Luis Potosí y Torreón, entre otros muchos estados.

Sus apariciones en la Ópera Nacional de Bellas Artes fueron incrementándose a partir de 1955, cuando comenzó a abordar roles de mayor realce artístico como Pamina en Die Zauberflöte, de Mozart, Suzel en L’amico Fritz, de Mascagni, Mimì en La bohème, y su formidable creación de Cio-Cio San en Madama Butterfly, ambas de Puccini; Blanche de la Force en el estreno en México de Dialogues des Carmélites de Poulenc, así como en el oratorio Juana de Arco en la hoguera de Arthur Honegger, y las cantatas escénicas El triunfo de Afrodita —en su estreno en México— y Carmina Burana de Orff, que le sumaron éxitos de crítica y público.

“Consideramos una revelación la actuación de Maritza Alemán, en el spartito de Pamina. Voz hermosa de verdad, con timbre de extensión amplia en sus tres registros. Musicalidad y talento para frasear y decir con sinceridad y elegancia mozartiana su difícil parte. Maritza tiene, a nuestro modesto juicio, porvenir brillante. La nueva soprano mexicana pudo consolidarse en una voz privilegiada que dé lustre a nuestro cuadro de cantantes…” [Ovaciones, 7 de abril de 1956.]
“La hermosa partitura de Puccini fue ejecutada con acierto, homogeneizándose los artistas del reparto y superándose algunas figuras, muy especialmente la protagonista Maritza Alemán, que cantó e hizo una Cio-Cio San deliciosa, con dominio de escena en todos los momentos, sobre todo en la parte dramática que ella dijo en forma expresiva, con una gran musicalidad; alcanzó momentos sublimes recordándonos a varias grandes artistas de fama mundial, con las que ha podido compararse su labor…” [Julio Sapietsa, El Universal Gráfico, 25 de septiembre de 1956.]

En Barcelona cantó las óperas mexicanas Carlota, de Luis Sandi y Severino, de Salvador Moreno

Durante los años 60 abordó nuevos roles, destacando los de Lauretta, Psyche, Magdalen y Eve en el estreno en español de El amor propiciado (titulada definitivamente The Visitors) de Carlos Chávez, La Condesa en Le nozze di Figaro y Fiordiligi en Così fan tutte de Mozart, así como Xenia en Boris Godunov de Músorgski.

Realizó durante muchos años importantes presentaciones en escenarios operísticos europeos como Mannheim, Ulm, Viena, Mains, Salzburgo y Madrid, interpretando Jenůfa de Janáček, Mavra de Stravinski, Rusalka de Dvořák, La novia vendida de Smetana, Porgy and Bess de Gershwin, Eugenio Onegin de Chaikovski, Aida, La forza del destino, Un ballo in maschera y Don Carlo de Verdi; Tosca y Manon Lescaut de Puccini, Carmen (Micaëla) de Bizet; Boris Godunov (Marina) de Músorgski y Les contes d’Hoffmann (Antonia) de Offenbach.

Durante la temporada 1965-66 realizó otra importante presentación: su debut en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona cantando las óperas mexicanas Carlota, de Luis Sandi y Severino, de Salvador Moreno, acompañada en el elenco por Plácido Domingo, Joan Lloveras y Marco Antonio Saldaña, dirigidos por Salvador Ochoa. A este escenario regresó en la temporada 1972-73 para cantar Die Zauberflöte con la Compañía del Stadtstheater de Maguncia.

A su regreso a México, como artista invitada a la temporada de ópera de Bellas Artes, cantó dos memorables funciones de Madama Butterfly con las que obtuvo una calurosa bienvenida, así como el reconocimiento por parte del público.

“Hacía tres años que Maritza no cantaba en México; ahora ha vuelto, después de adquirir un profesionalismo envidiable en Alemania y Austria, para darnos una muestra de lo que se aprende cuando se está en continuo ejercicio de la profesión de cantante. Maritza no solo es poseedora de un órgano vocal privilegiado, que maneja con toda la soltura y dominio de la técnica, sino que sabe darle una pujanza expresiva y una matización tan emotiva, que en las arias más importantes de la ópera conquistó de inmediato a todo el público. Pero no sólo es eso. Su manera de moverse en el escenario nos habla de la artista consumada que se entrega sin reservas a la interpretación del personaje y en este caso, como Madama Butterfly, hace vivir al público el hondo drama de la japonesa. Como era de esperar, Maritza Alemán se hizo acreedora de los más clamorosos aplausos de la noche, y después de cada escena fue reclamada por el auditorio para recibirlos ella sola; pero ella siempre los compartió con los cantantes…” [Hans Sachs, seudónimo de Miguel Bueno. El Universal, 28 de junio de 1969.]

En posteriores temporadas, en el Palacio de Bellas Artes, interpretó a Maddalena di Coigny en Andrea Chénier, Gertrud en Hänsel und Gretel y la Primera dama en Die Zauberflöte. En 1989, durante el Festival Cultural Sinaloa, cantó el papel central de la ópera Turandot de Puccini con enorme éxito, y en 1999 interpretó a la Abadesa en Suor Angelica en la ciudad de Oaxaca. En la temporada 2002 de la Ópera de Bellas Artes engalanó el elenco de Cavalleria rusticana interpretando a Mamma Lucia.

Maritza Alemán dedicó gran parte de su vida a la enseñanza vocal en la Escuela Superior de Música del INBAL, destacando entre sus alumnos María Katzarava, Amelia Sierra, Héctor Sosa, Laura Chuc, Elisa Ávalos, Angelina Rojas, Zaira Soria y José Luis Reynoso, entre otros.

El plantel instituyó, en honor a su trayectoria, el Concurso de Canto Maritza Alemán, que se celebra anualmente. La maestra Maritza Alemán nació en la Ciudad de México en 1936 y falleció en Cuernavaca el pasado 13 de mayo de 2020.

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