?? Ariadna auf Naxos en Martina Franca

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Escena de Ariadne auf Naxos en Martina Franca

Julio 21 y 21, 2020. El Festival de Martina Franca, con modificaciones, tuvo el valor enorme de llevarse a cabo y de presentar, aunque en una nueva traducción de Quirino Principe y Valeria Zaurino, la primera versión (1912) de Ariadna auf Naxos de Richard Strauss. Si es algo propio de un Festival —y las circunstancias hacen entendible la elección—, no me parece adecuada hoy la presentación de óperas en traducción, salvo las aprobadas por el autor en vida. Sobre todo si, aunque el texto sea bueno, presenta problemas a la hora de cantarlo. Y ese fue el caso. 

Es cierto que la dirección de Fabio Luisi fue óptima y clarísima, y la orquestra del Teatro Petruzelli de Bari respondió en buena forma, aunque no se deje de lamentar la falta de Prólogo, compuesto cuando se rehizo la obra. La puesta de Walter Pagliaro se movió en las líneas tradicionales sin molestar ni interesar demasiado.

La prestación de mayor interés fue la de Jessica Pratt como Zerbinetta, en una versión aun más delirante que la de la reformulación definitiva. Se movió bien y alcanzó sus notas estratosféricas sin dificultad alguna (como bien se confirmó en un posterior recital con piano). Piero Pretti cantó un buen Baco que parecía más de Puccini que de Strauss, pero la lengua y la emisión del tenor van en esa dirección. Casi lo mismo fue el caso de la protagonista, una Carmela Remigio como siempre sólida en lo profesional, pero de timbre poco adecuado a la parte y nunca carismática. Los demás se movieron entre lo correcto, de Vittorio Prato (Arlequín); lo interesante, de Mariam Battistelli (Eco); lo discreto, de Ana Victoria Pitts (Driade); y lo pasable, del resto. 

Dígase además que el mito de la Grecia clásica estuvo presente en todo el Festival y que en particular el de Ariadna sirvió “para volver a encontrar el hilo”, que fue el título que se dio a esta peculiar edición del 46º Festival della Valle d’Itria. 

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