Diana Damrau y Jonas Kaufmann en Barcelona

Helmut Deutsch acompañó a Diana Damrau y Jonas Kaufmann en un concierto de Lieder © Antoni Bofill

Abril 9, 2022. Un lleno absoluto para un concierto del ciclo “Grandes Voces” que volvió  a reunir, como hace cuatro años, a tres intérpretes hoy fundamentales en la música de cámara vocal y pianística: la soprano Diana Damrau y el tenor Jonas Kaufmann en el canto y el maestro Helmut Deutsch en el piano. 

Hubo exclamaciones que resultaron un tanto fuera de lugar (alaridos beduinos y silbidos de estadio no parecen ser lo más indicado para un concierto de canción de cámara culta). Se oyeron, en solitario y a dúo, lieder de distintos ciclos de Robert Schumann y Johannes Brahms, elegidos para contar —en algunos momentos de manera forzada— historias de amor y desamor.

Es cierto que una parte del público fue a aplaudir impenitentemente a sus divos favoritos más que a escuchar un concierto, pero también que casi siempre lo merecieron. En cuatro años, si el magisterio pianístico del austriaco Helmut Deutsch sigue siendo sobrecogedor en su intimismo, las voces de los cantantes han sufrido transformaciones. Digamos, sin fijarnos en otras cosas, que en este caso la del tenor parece más cambiada que la de la soprano. Resulta evidente la opacidad del sonido, la tensión en el agudo, el engolamiento y las medias voces emitidas en falsete. También lo es que en este repertorio la cosa importa menos que en un rol operístico, y tal vez lo que más pueda despertar reserva es el mayor empeño en “actuar” con gestos lo que la voz sola tal vez no puede sugerir.

En el caso de la soprano, una merma del volumen y un agudo más metálico no son óbice para un desempeño admirable, que solo a veces abusa de su simpatía (como cuando entra tarde en una canción y a fuerza de risas se hace perdonar y vuelve a comenzar sin el menor problema) y que si tienen en la picardía o la coquetería su fuerza mayor no rehúyen el elemento lírico o nostálgico. Buena prueba de esto último fue su versión de ‘Der Nussbaum’ (El nogal) de Schumann, mientras que el inicio del concierto con ‘Widmung’ (Dedicatoria) del mismo autor puso un tanto a prueba a Kaufmann. En general, hoy parece sentarle mejor Brahms al tenor, mientras que ella se mueve como pez en el agua en ambos. Buena prueba fue ‘Waldeseinsamkeit’ (Soledad del bosque) de Brahms, cuya última palabra dio pie a la respuesta de Damrau en el ‘Nachtigall’ (Ruiseñor) del mismo compositor. 

Ambos se repartieron las dos voces de la famosa ‘Vergebliches Ständchen’ (Serenata inútil) al principio de la segunda parte, mientras que casi al final de la primera hicieron un alarde de sabiduría técnica, estilística y expresiva en los tres números de la ‘Tragödie’ (Tragedia) de Schumann, que no es frecuente escuchar y menos en esta forma. Del mismo autor destacaron en la segunda parte piezas como ‘Lied der Suleika’, ‘Er und sie’ (Él y ella) y ‘Verratene Liebe’ (Amor traicionado),mientras que de Brahms se escucharon excelentes versiones, por ejemplo, de ‘Meine Liebe ist grün’ (Mi amor es verde), ‘Von ewiger Liebe’ (Del amor eterno) o ‘Therese’ (Teresa). Ante los aplausos, ofrecieron tres dúos sin anunciarlos, el primero de Schumann, el último de Brahms y el del medio… vaya uno a saber.

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