La beauté du monde en Montreal

Escenas del estreno mundial de La beauté du monde, del compositor quebequés Julien Bilodeau y el libretista Michel Marc Bouchard en Montreal © Vivien Gaumand

Noviembre 27, 2022. Encargada por la compañía de ópera de Montreal y pospuesta por la pandemia, tuvo finalmente su estreno mundial la nueva ópera del compositor quebequés Julien Bilodeau: La belleza del mundo. Con libreto de Michel Marc Bouchard, la trama de la ópera giró alrededor del histórico rescate de obras de arte pertenecientes a la colección del museo del Louvre y a familias judías, llevado a cabo durante ocupación nazi de la capital francesa. 

Al mismo tiempo, la ópera busco hacer hincapié en el poder transformador del arte y en la importancia de la conservación del patrimonio artístico. Con buen tino, el libretista supo aprovechó los sucesos acaecidos con el cuadro “Mujer sentada” del pintor francés Henry Matisse —apropiado a la familia Rosenberg en 1940, encontrado 75 años después en un departamento de Múnich junto a 1,400 obras saqueadas y restituido a sus dueños en el 2013— como hilo conductor de una narración sencilla, sin pretensiones y concisa que celebra el poder de las artes. 

Mas allá de algunos momentos emotivos, la debilidad teatral del argumento —problemáticas demasiado estiradas o repetidas, personajes no del todo bien resueltos, etcétera— hizo que la trama no lograse atrapar al espectador y esto redundó en un resultado final de luces y sombras. 

Musicalmente, Bilodeau utilizó un lenguaje accesible, tradicional, sin asumir grandes riesgos, y en donde ofreció momentos de rico lirismo, con algunas pinceladas impresionistas e incluso algo de atonalismo. En su partitura se pueden intuir fuertes influencias de algunos compositores franceses del siglo XX como Debussy, Ravel y Poulenc, entre otros. Muy destacable en su composición fue la utilización de los instrumentos de viento y una muy elaborada música coral.

El elenco fue homogéneo y solvente. El bajo barítono franco-australiano Damien Pass resultó toda una revelación, dominando con total autoridad el comprometido personaje del director el museo del Louvre, Jacques Jaujard, parte a la que ofreció una voz lírica de bellísimo esmalte, bien controlada y de exquisito legato. Poseedora de unos medios de gran calidad, la mezzo-soprano Allyson McHardy consiguió momentos de gran emoción delineando admirablemente a Rose Valland, la directora del museo del Jeu de Paume y encargada de dejar registro de las obras saqueadas. 

Como Esther, la conservadora judía dedicada a evitar la destrucción de aquellas obras consideradas por los nazis “degeneradas” y resguardar aquellas que los nazis buscaban llevarse a Alemania, la soprano quebequesa France Bellemare aportó una voz rica en matices y un canto muy intencionado. El barítono americano John Brancy dio gran relieve, tanto en lo vocal como en lo escénico, a la parte del conde Franz Wolff-Metternich, protector secreto del patrimonio artístico francés. Tuvo gran lucimiento el tenor Matthew Dalen, quien compuso con buenos recursos histriónicos y rica vocalidad al perverso y pretencioso militar nazi Hermann Göring, abocado aquí a seleccionar obras de arte para engrosar su colección personal y la del Tercer Reich. 

Hicieron un gran trabajo con los papeles que les fueron asignados Layla Claire, Isaiah Bell y Rocco Rupolo como la actriz Jeanne Boitel, el Dr. Bruni Lohse y Akexandre Rosenberg, respectivamente. Bien preparado y comprometido, el coro aprovechó bien la ocasión para lucirse aprovechando la bellísima música que fue encomendada. La orquesta metropolitana, capitaneada por el director local Jean-Marie Zeitouni, dirigió con buen ritmo, emoción y elegancia, sacando buen partido de la melodiosa partitura sin caer nunca en cursilerías. 

La producción de Florent Siaud, de líneas conservadoras, sostuvo la acción con eficacia, echando mano a apropiadas proyecciones de video y a una escenografía bonita, clásica y funcional. Una sólida dirección de los solistas completó una trabajo muy elogioso del talentoso director de escena quebequés.

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