Tom Sawyer en Berlín

«La escenografía y vestuario de Stefan Rieckhoff ponen la acción en la época de Mark Twain y la aparición de un buque a vapor da un sabor muy especial» a esta puesta en escena de Tom Sawyer © Barbara Braun

Abril 19, 2023. La ópera para niños es un aspecto no muy considerado cuando se habla de ópera. Pero, ¿cuándo van a comenzar a gozar del género si no se les introduce con algo que pueden entender fácilmente? Y con esto no me refiero a La flauta mágica para niños, que no es una ópera para niños, y ni siquiera Hänsel und Gretel lo es. 

En 1949 Kurt Weill escribió unas escenas musicales basadas en los personajes creados por Mark Twain y con textos de Maxwell Anderson y Ira Gershwin. La idea era convertir estas escenas en una ópera, algo que nunca sucedió en vida de Weill. La ópera nació con la colaboración de John von Düffel, quien escribió el texto, con música del mismo Düffel y Kai Tietje, el director, compositor y arreglador que también dirigió el espectáculo.

La idea de convertir los esbozos en una ópera fue una colaboración en conjunto de Ulrich Lenz, Tobias Ribitzki y los mencionados Tietje y Düffel. Hay que hacer notar que la Komische Oper no escondió esta obra en algún estudio lejano o en una escuela, sino que fue programada en el teatro desde el comienzo dentro de la temporada oficial, con siete funciones para las que no hubo una sola entrada disponible una vez que se pusieron a la venta. Localidades agotadas significa interés, pero hay que agregar que la obra, que dura unas dos horas, fue dada con públicos que mayormente vinieron de escuelas primarias y secundarias.

Escena de Tom Sawyer en la Komische Oper de Berlín © Barbara Braun

Las aventuras de Tom Sawyer y Las aventuras de Huckleberry Finn son obras maestras de la literatura mundial y los personajes son una muestra del espíritu tan diferente de una parte de los Estados Unidos que hoy son tan extraños como extraterrestres. Para aquellos que conocen y admiran la obra, los personajes principales, aparte de los dos ya mencionados, son la Tia Polly; Alfred Temple, el principal enemigo de Tom; Becky Thatcher, la nueva alumna a quien Tom desea impresionar; Killer-Joe, un villano y asesino; Muff Potter, el borracho del pueblo, injustamente acusado del homicidio cometido por Killer-Joe; Amy Lawrence otra alumna muy aplicada; y Ben Harper es otro joven amigo. 

Quienes conozcan la música de Weill sabrán que hay elementos de jazz y folklóricos. En este caso la obra se asemeja a un musical, pero con mensaje social, como es usual con Weill. La lealtad entre Tom y Huck es el tema central al prometerse no revelar lo que han visto; o sea que Killer-Joe ha asesinado al doctor. También es importante vivir el sentido de libertad que Tom y Huck sienten al ausentarse a una isla en el medio del río Mississippi. 

La acción se mueve como un mecanismo de relojería, como es costumbre en este teatro. La escenografía y vestuario de Stefan Rieckhoff ponen la acción en la época de Mark Twain y la aparición de un buque a vapor da un sabor muy especial, además de ser espectacular. Todo se resuelve al final cuando Tom y Huck reaparecen justo cuando se está por confirmar sus muertes, y el resto es una comedia con buen sabor. Los buenos triunfan y el malo es condenado. 

Hay algo de Albert Herring en esta parte final. Sería injusto resaltar a uno u otro miembro del elenco, ya que fue un equipo inmejorable, con Tom Schimon (Tom Sawyer), Michael Haller (Huckleberry Finn), Nikita Voronchenko (Ben Harper), Josefine Mindus (Becky Thatcher), Elisabeth Wrede (Amy Lawrence), Ferdinand Keller (Alfred Temple), Caren van Oijen (Tía Polly), Christoph Späth (Killer-Joe), Carsten Sabrowski (Muff Potter), Alexandra Lachmann (Mrs Harper), Kai-Uwe Fahnert (el Doctor y el Juez) y Theo Rüster como el Maestro. 

Un espectáculo de alto nivel tanto para niños como para adultos, con el excelente Tietje al frente de la orquesta de la casa, llevando la acción con buen pulso y siempre ayudando a los cantantes, aunque en este caso fueron levemente amplificados con equipos de excelente calidad.

 

 

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