Faust—Charles Gounod

Erwin Schrott, Michael Fabiano, Irina Lungu, Stephane Degout, Germán Alcántara, Marta Fontanals-Simmons, Carole Wilson
Royal Opera House Covent Garden; Dan Ettinger
OPUS ARTE DVD y Bluray

La producción de Faust de Charles Gounod concebida por David McVicar cumple 20 años de haberse estrenado en la Royal Opera House y ha tenido varias reposiciones con elencos muy atractivos que han mantenido viva y fresca la concepción del director escocés. 

El elenco original incluyó a Roberto Alagna, Angela Gheorghiu, Bryn Terfel, Simon Keenlyside y Sophie Koch, bajo la batuta de Antonio Pappano; a través de los años, intérpretes como Vittorio Grigolo, Joseph Calleja, Sonya Yoncheva, Dmitri Hvorostovsky y René Pape, entre otros, participaron en esta producción, hasta que tocó el turno del elenco que nos compete comentar en esta reseña, el segundo grabado en video comercial. 

Hay algo atemporal y atractivo de la puesta de McVicar que no han logrado emular otras producciones de Faust. Curiosamente, aunque la acción se traslada a la época de la composición de la ópera (1859) y usa la ya muy conocida idea del “teatro dentro del teatro” en la puesta en escena, el director escocés cuenta la historia apegándose a la esencia de la obra. Incluso tiene una idea muy ingeniosa: el Fausto viejo del acto I se parece un poco a Gounod. Con el pasar de los años, se han hecho adaptaciones y cambios a la puesta, sobre todo para ir moldeándola a cada uno de los diferentes cantantes que la abordan.

Esta grabación en video es de una función que aconteció en 2021 pero que hasta ahora (tres años después) sale a la venta en formato comercial. El elenco está integrado por el tenor norteamericano Michael Fabiano como Faust, el bajo-barítono uruguayo Erwin Schrott como Mefistófeles, la soprano moldava Irina Lungu en el papel de Marguerite (sustituyendo a Diana Damrau, quien originalmente cantaría el papel), el barítono francés Stephane Degout como Valentin y las mezzosopranos Marta Fontanals-Simmons como Siebel y Carole Wilson como Marthe. También participa el barítono Germán Alcántara como Wagner, todos bajo la dirección de Dan Ettinger al frente del coro y la orquesta de la Royal Opera House de Londres. 

Aunque durante mucho tiempo Faust fue una de las óperas más representadas en el repertorio de las casas de ópera, no se presenta tan seguido hoy en día, ganándole el terreno la otra ópera conocida de Gounod, Roméo et Juliette. Por alguna razón, cuando se ha llegado a representar, aunque los elencos han sido buenos, las puestas en escena han dejado mucho que desear, dejando al público con un mal sabor de boca (y de vista). Es por ello por que, con más razón, es importante resaltar la longevidad de esta puesta de David McVicar, que ha podido mantenerse en el gusto de la audiencia a través de dos décadas.

En cuanto a esta nueva versión en video, Michael Fabiano es un Faust muy particular; el tenor norteamericano posee un timbre y una expresividad altamente latinas. Su temperamento apasionado y su caudal de voz son muy conocidas en el repertorio italiano. Fabiano ha sido muy inteligente en su interpretación musical porque ha sabido explotar al máximo su expresividad tan a flor de piel, pero también la ha moldeado de tal manera que se adecue al estilo de la ópera francesa que es más “recatada” que la italiana. Tiene un fraseo exquisito, muy palpable en el aria ‘Salut! Demeure chaste e pure’ y en su dueto con Marguerite ‘O, nuit d’amour’. Su cambio del Faust viejo al joven es aún más palpable al escucharlo en el dueto con Mefistófeles en el acto I ‘A moi, le plaisir’, ya que Fabiano hace que su timbre brille y su actuación es bastante creíble. 

‘Vains échos de la joie humaine’, Michael Fabiano 

Tiene en Erwin Schrott al mejor compañero de aventuras, quien hace una verdadera creación del rol de Mefistófeles. El bajo-barítono uruguayo no tiene un timbre muy oscuro o profundo, pero adecua muy bien su voz más lírica para crear un personaje altamente carismático y maquiavélico. Schrott entendió muy bien el concepto de McVicar que le asigna a Mefistófeles el rol del señor del averno sino también del “orquestador y director de escena” de la historia entre Faust y Marguerite. 

Es el único personaje que rompe la ‘cuarta pared’ y que dirige ciertos guiños y comentarios gestuales al público. Durante la ópera, este Mefistófeles se ayuda de un baúl en una esquina del escenario de donde va sacando artefactos y elementos que le ayudan para hacer fluir la acción y ayudar a Faust en su cometido de conquistar y seducir a Marguerite. 

Se nota que Schrott se divierte con el papel y tiene excelente química con el atormentado Faust de Fabiano. Su ‘Le veau d’or’ es a la vez encantador y terrorífico, imponente y lleno de matices que enriquecen al personaje sin caricaturizarlo. 

‘Le veau d’or’, Erwin Schrott 

Irina Lungu tuvo la difícil tarea de suplir de último momento a Diana Damrau como Marguerite. Afortunadamente para la soprano moldava, ya había interpretado el papel antes y se nota que lo tiene muy bien estudiado, tanto vocal como histriónicamente. Construye un personaje que va evolucionando poco a poco, pasando de la joven ingenua a la víctima de Faust con impecable buen gusto. Su voz tiene más cuerpo que el de otras sopranos que cantan el rol y que tienden a ser más ligeras. La ventaja para Lungu es que, con ese registro central más redondo, logra dar más dramatismo al personaje en escenas como su dueto con Mefistófeles en la iglesia en el acto IV, el final de dicho acto y el trío final. En la famosa Aria de las Joyas ‘Il était un roi de Thulé’, Lungu moldea su voz para reflejar la inocencia y la ilusión de Marguerite. 

‘Il était un roi de Thulé’, Irina Lungu  

El barítono Stéphane Degout es un Valentin de voz imponente, muy intenso en su actuación tanto vocal como histriónicamente. Está por demás decir que canta su aria ‘Avant de quitter ces lieux’ con mucha pasión y estilo. Su actuación en la muerte de Valetin y la maldición a Marguerite es desgarradora. La mezzosoprano Marta Fontanals-Simmons hace un Siébel (rol en travesti) muy tierno; su timbre lírco muestra la bondad del joven y canta con hermosa línea de canto su aria ‘Faites-lui mes aveux’. Es, además, visualmente creíble como muchachito. Carole Wilson es una Marthe con gran vis cómica y Germán Alcántara es un simpático Wagner.

Parte muy importante del éxito de esta reposición de Faust es la atinada y vibrante batuta del director israelí Dan Ettinger al frente de la Orquesta y el Coro de la Royal Opera House de Londres. La acción fluye con naturalidad y sus tempi están muy bien balanceados; sabe respirar con los cantantes y hacerlos lucir al máximo en las arias. Logra que sus músicos hagan matices, dinámicas y colores que resaltan aún más la bella partitura de Gounod. Uno de los momentos en donde notamos el trabajo minucioso y detallista de Ettinger es en la manera en la que dirige el famoso coro de los soldados ‘Gloire immortelle de nos aieux’ en el acto IV. Su lectura de la partitura se siente fresca, brillante y llena de detalles. 

Siguiendo con la producción de McVicar, tiene algunos detalles mínimos que en su momento fueron polémicos pero que ya, con el pasar de los años y con las locuras que vemos que hacen otros directores de escena, son nimiedades. Uno de esos momentos es la danza estilo Bob Fosse que se baila durante el acto II en el llamado ‘Cabaret de L’Enfer’, que sustituye lo que sería la fiesta o baile en la plaza de la versión en su época original en el siglo XVI.

Faust – Cabaret d’Enfer, acto II 

Otro de esos momentos que causó algo de sorpresa en 2004 fue que, durante la escena de la Noche de Walgpurguis en el acto IV, Mefistófeles aparece vestido de mujer mientras muestra a Faust la presencia de las cortesanas más famosas de la historia. El ballet que acompaña esta parte de la historia tiene una coreografía y una estética visual que, al principio, recuerda los cuadros de las bailarinas que pintaba Claude Monet con un toque siniestro y oscuro. La orgía que se da al final de esta noche de Sabbath es a la vez impactante y detonante para llegar a la escena de Marguerite en la prisión. 

Muy recomendable esta versión de Faust con un elenco en plenitud vocal, una dirección orquestal exquisita y una puesta en escena que ya se ha vuelto clásica y referente de esta ópera de Charles Gounod. 

Why The Royal Opera loves performing Faust 

Compartir: