
Christophe Rousset en Milán

Christophe Rousset, al frente del ensamble English Baroque Soloists y el Monteverdi Choir en el Teatro alla Scala de Milán © Brescia e Amisano
Diciembre 2, 2024. Un concierto navideño fue el que propuso la orquesta English Baroque Soloists y el Monteverdi Choir bajo la conducción de Christophe Rousset, llamado para tomar el puesto de Sir John Eliot Gardiner después del divorcio que este último tuvo de la compañía inglesa que él mismo fundó. La separación ocurrió en el mes de julio después de una colaboración que duró más de medio siglo, a causa de la conocida intemperancia mostrada contra un cantante durante los ensayos de Les troyens de Berlioz, episodio ocurrido en el verano del 2023.
En el concierto scaligero, la prueba le fue pasada a Christophe Rousset en su debut con el ensamble. Rousset, que es bien conocido en Milán por su excelente Calisto de Francesco Cavalli que él mismo dirigió hace algunos años aquí en la Scala (también se le espera en Mitridate de Mozart en la próxima primavera), tomó las riendas de la orquesta y el coro con una técnica superfina, creando una sinergia hecha de transparencia y musicalidad.
A través de un precioso trabajo de cincelado, ni una frase musical, ni siquiera mínima, se perdió. Así, las voces e instrumentos originales sedujeron al público que abarrotó la sala del Piermarini ofreciendo vividas y fraseadas líneas musicales con gusto y naturaleza. Un modo de hacer música del todo gratificante, sin ser forzada en las dinámicas o en la rítmica, en la búsqueda de una fluidez espontánea en la conducta de las partes con una expresividad nunca exhibida.
Como decía, fue un concierto navideño, y de hecho en la primera parte del programa destacó la Messe de Minuit pour Noël de Marc-Antoine Charpentier (1643-1704) enmarcada por el Noël sur les instuments H.531 y H.534, estrenada en París a finales del siglo XVII para la iglesia jesuita de Saint-Louis, mientras que después del intermedio se ejecutaron dos cantatas de Johann Sebastian Bach (1685-1750), siempre de tema navideño, y precisamente Schwingt freudig euch empor BWV 36 y Unser Mund sei voll Lachens BWV 110, compuestas respectivamente en 1725 y 1731 en Leipzig, Alemania.
El director francés se encontró de maravilla tanto con la brillantez de los cantos tradicionales de la Natividad francesa que llenaban las páginas de Charpentier, que con la calma solemnidad de los corales luteranos que son el corazón de las dos espléndidas cantatas de Bach en una convincente mezcla de lo sagrado y lo profano que aquí se armonizó de una manera completamente convincente.
La amabilidad del gesto se encontró en un ambiente fluido, alegre pero siempre sobria, también por la aportación de los cantantes solistas, todos invitados del Monteverdi Choir: Hilary Cronin y Keri Fuge (sopranos), Rebecca Leggett (mezzosoprano), Florian Sievers (tenor) y Florian Störtz (bajo), dotados de voces instrumentales, no desbordantes pero correctas, que fueron apoyadas en sus maravillosos solos con precisión y fantasía por la orquesta y el bajo continuo.