?? Richard Tucker Gala 2019
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El pasado 27 de octubre se llevó a cabo la Richard Tucker Gala 2019 en donde se otorgó el premio de la Richard Tucker Foundation a la soprano Lisette Oropesa. El concierto de gala tuvo lugar en Carnegie Hall y participaron, junto a Oropesa, nueve cantantes de renombre, cinco de los cuales son ganadores pasados del mismo premio: Jamie Barton, Angel Blue, Stephen Costello, Michael Fabiano, Ermonela Jaho, Lucas Meachem, Ailyn Pérez, Artur Ruciński y Christian Van Horn, todos dirigidos por James Gaffigan. Los acompañaron la Metropolitan Opera Orchestra y la New York Choral Society en un programa de arias, duetos y concertantes que mostró la gran calidad vocal tanto de la ganadora en turno como de sus colegas.
Abrió el programa la Metropolitan Opera Orchestra con la obertura de Les vêspres siciliennes de Verdi. Como era de esperarse, Lisette Oropesa comenzó la parte vocal de la gala con el aria de Amenaide, ‘Come dolce all’alma mia’, de Tancredi de Rossini. Su timbre lírico ligero sentó muy bien al aria de la ópera rossiniana y esperamos que en un futuro incluya más roles de bel canto en su repertorio. Sus sobreagudos son certeros, al igual que su coloratura; su voz corrió hasta la última butaca del Auditorio Stern.
Siguió el barítono Meachem con ‘Largo al factotum’ de Il barbiere di Siviglia de Rossini, haciendo su entrada entre las butacas del público con una voz poderosa de timbre aterciopelado. Luego, tocó el turno a la soprano Angel Blue con el aria ‘Depuis le jour’ de Louise de Charpentier, mostrando un legato impresionante y filados exquisitos. Entró después el bajo-barítono Van Horn para interpretar el majestuoso ‘Te Deum’ de Tosca, acompañado por la New York Choral Society. Su imponente voz dio vida a un Scarpia de una gran presencia escénica.
La soprano albana Jaho cantó el aria ‘Io son l’umile ancella’ de Adriana Lecouvreur de Cilea con gran emotividad, pero el tamaño de su voz no es grande así que no lució en los momentos de más intensidad del aria. La mezzosoprano Barton escogió la “Canción del velo” de la princesa Eboli de Don Carlo, la cual interpretó con mucho entusiasmo pero faltó que pusieran a una soprano que hiciera de Tebaldo para que la armonía que hace con este personaje luciera más, además de que su voz suena demasiado juvenil para el papel. Esto se vio de manera más obvia cuando cantó como segunda aria ‘O don fatale’, en la que forzó un poco la voz. Costello cantó el aria ‘La fleur que tu m’avais jetée’ de Carmen, mostrando una gran línea de canto y un timbre lírico puro.
Uno de los momentos más impresionantes de la velada fue el dueto de Leonora y el Conde de Luna ‘Udiste?… mira di acerbe lagrime’ de Il trovatore de Verdi a cargo de Angel Blue y el barítono polaco Artur Ruciński. Ambos cantaron con puro estilo verdiano y actuaron además la escena como si estuviesen en una función escenificada. La voz de Blue es perfecta para esta ópera y el fraseo de Ruciński fue impecable.
La calidad vocal de la gala iba in crescendo cuando tocó el turno a la soprano Pérez, cantando el aria de Magda ‘Chi il bel sogno di Doretta’ de La rondine de Puccini. Su voz flotó bellamente por toda la sala y nos fue llevando con gran intensidad por los sentimientos de Magda. Entró después el tenor Fabiano para interpretar el aria de Lensky ‘Kuda, Kuda…’ de Eugene Onegin de Chaikovski. Está por demás decir que Fabiano cantó con ese torrente de voz que tiene y que hizo gala de su ya conocida pasión en escena.
Regresó Oropesa para coronar su noche cantando un precioso ‘Qui la voce… Vien, diletto’ de I puritani de Bellini, volviendo a impresionar con su depurada técnica y sus agudos y sobreagudos certeros y brillantes. Continuó la gala con el segundo dueto de la noche: Costello y Jaho interpretaron ‘Bimba dagli occhi pieni di malia’ de Madame Butterfly de Puccini. Ambos cantaron muy bien pero a Jaho la tapaba un poco la orquesta y a Costello le faltó un poco de pasión. A continuación, Ruciński cantó un impecable y elegante ‘Il balen del suo sorriso’ de Il trovatore, con un fiato casi interminable.
El tercer dueto fue otro de los momentos memorables de la gala: Ailyn Pérez y Lucas Meachem cantaron la escena final de Thaïs de Massenet, ‘Te souvaint-il du lumineux voyage’. Ambos se adentraron en sus roles de tal manera que hubo varios ojos con lágrimas al terminar la escena. Culminó la velada con el sexteto ‘Chi mi frena in tal momento?’ de Lucia di Lammermoor, a cargo de Oropesa, Costello, Ruciński, Michael Moore, Scott Conner y Corrie Stallings, además de miembros de la New York Choral Society.
Fue una gala que mostró que sí hay cantantes con un nivel vocal impresionante hoy en día y que quienes dicen que la ópera está a punto de morir no escucharon las ovaciones y las interpretaciones que se dieron aquella noche en Carnegie Hall. Enhorabuena a la Richard Tucker Foundation por apoyar a todo este talento que seguirá con la tradición del bel canto por muchos años más.
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