Hadrian en Peralada

Thomas Hampson (Hadrian) y Santiago Ballerini (Antinous) en el estreno de Hadrian en el Festival del Castel de Perelada © Toti Ferrer

Julio 29, 2022. Se siguen de momento importando producciones en forma de concierto o semiescénica del Teatro Real de Madrid. En este caso han sido dos. La primera de ellas el estreno del interesante Hadrian, segundo título operístico del conocido cantautor Rufus Wainwright sobre texto de Daniel MacIvor que se inspira en la vida del emperador romano Adriano y, muy de lejos para la trama, en la famosa novela de Marguerite Yourcenar. 

Aquí la muerte del joven Antinous, amante del emperador, se debe claramente a una trama política y de celos conyugales, mucho más “operística”, sin duda. La obra es muy larga, y en especial el primer acto y la escena final podrían acortarse sin gran pérdida. La orquestación es tal vez algo excesiva, en particular para algunas de las voces, como la de la soprano Alexandra Urquiola como Plotina, que sustituyó a último momento a Ainhoa Arteta, y que probablemente tiene una tesitura ingrata. También el bajo Christian Federici, como Turbo, el general romano, sustituyó a Ruben Amoretti, pero con total éxito.

El elenco de Hadrian, bajo la mirada de las fotografías de Robert Mapplethorpe © Toti Ferrer

La obra fue escrita para el barítono Thomas Hampson en el papel del título, y no ha pasado mucho tiempo desde el estreno (2018), pero aunque el artista es inmenso, la voz parece claramente resentida. Muy bien la soprano Vanessa Goicoetxea como Sabina, la emperatriz, a la que le toca uno de los momentos mejores, el aria sobre Egipto. Muy bien asimismo el tenor Santiago Ballerini en el difícil rol de Antinous que canta, dice y actúa de manera irreprochable. 

La estructura de la obra es por momentos tradicional, con arias, dúos y un concertante y, como queda dicho, en su parte central es muy potente. Cabe hacer mención del gran monólogo de Adriano al inicio del último acto, de gran factura y maravilloso efecto. Se trata de un trabajo conjunto con la Fundación Mapplethorpe, cuyas sugerentes y famosas fotos van desfilando a medida que se desarrolla la acción. 

La dirección de escena es de Jörn Weisbrodt, marido del compositor y con éste presentes en la función. Relevante, la labor de la orquesta y coro titulares del Teatro Real dirigidos, respectivamente, por los expertos Scott Dunn y Andrés Máspero. Hubo también varios cantantes en papeles comprimarios de los que cabe destacar a Berna Perles, Vicenç Esteve, Gregory Dahl y Albert Casals. 

Durante la pausa una buena parte del público decidió marcharse. Pero habría que entender de una vez que la ópera no podrá vivir siempre solo de reiterar títulos famosos en versiones discutibles desde todo punto de vista.

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