A te, Puccini—Angela Gheorghiu

Angela Gheorghiu (soprano), Vincenzo Scalera (piano)
Signum Classics CD

Si hay un compositor con el que se puede asociar la carrera de la soprano rumana Angela Gheorghiu es, sin duda alguna, Giacomo Puccini. Sus interpretaciones de roles como Mimì en La bohème, Magda en La rondine, Liù en Turandot y el papel principal de Tosca, además de su grabación del papel de Cio-Cio-San de Madama Butterfly, muestran lo bien que Gheorghiu entiende y se compenetra en la música de este compositor. Su voz, con ese timbre que transmite tanto fuerza como fragilidad, además de un canto lleno de sentimiento y entrega la han hecho una de las grandes intérpretes puccinianas del siglo XXI. La soprano rumana ya había grabado un disco dedicado a Puccini, pero en el caso de esa grabación de 2004 para el sello EMI, se trató de arias de ópera.

No es de extrañar que su más reciente grabación sea un homenaje a Giacomo Puccini en el año en que se conmemora el centenario de su muerte. Por ello, acompañada por el excelente pianista Vincenzo Scalera, Gheorghiu decidió grabar una colección de canciones poco conocidas que abarcan toda la trayectoria del compositor de Lucca. El álbum incluye un estreno mundial: la canción recientemente redescubierta ‘Melanconia’. También incluye canciones que Puccini utilizó como inspiración en sus óperas más famosas, como ‘Sole è amore’ (1888), ‘Mentia l’avviso’ (1882), ‘Sogno d’or’ (1913) y ‘Morire’ (1917). 

Otros trabajos destacados de la grabación son ‘Salve Regina’ y el tema principal ‘A te’, compuesto por Puccini a los 16 años de edad, con el que comienza el disco, compuesta alrededor de 1875.

Escuchar a Gheorghiu cantando con piano estas canciones es una experiencia muy íntima, en donde la soprano rumana nos invita a adentrarnos en los sentimientos, sufrimientos y alegrías de estas piezas. Su voz sigue teniendo sedosidad y brillo en el registro central, conserva sus agudos con squillo y, sobre todo, transmite cada frase con sutileza y buen gusto; su atención a la letra de cada canción enriquece aún más su interpretación. 

Su expresividad a flor de piel es ideal para la música de Puccini. A sus 58 años, Gheorghiu ha sabido mantener su instrumento sano y, aunado a ello, añade a su canto la experiencia y su siempre apasionada personalidad.

Es muy interesante el escuchar ‘A te’, escrita por Puccini a los 16 años, y percatarse de la gran calidad que ya mostraba como compositor. Gheorghiu la canta degustando cada nota, con un fraseo exquisito y esa expresividad a flor de piel que tanto la caracterizan. Oímos su registro grave sonoro y bien timbrado.

A te, Puccini, ‘A te’ 

Sigue la plegaria ‘Salve Regina’, compuesta alrededor de 1882, acompañada por órgano en vez de piano, con texto de Antonio Ghislanzoni. De este libretista son también los textos de las siguientes dos canciones: ‘Storiella d’amore’ y ‘Ad una morta’, ambas de 1883. Cada canción es una historia que tiene principio y fin y la soprano rumana es nuestra guía para estos pequeños viajes musicales. En ‘Ad una morta’ escuchamos partes de una melodía que Puccini utilizará en 1884 en el aria de Roberto ‘Torna ai felici di’ de su ópera Le villi. Gheorghiu la canta con elegancia y hermoso fraseo.

Excelente el acompañamiento de Vincenzo Scalera en los teclados, pues dialoga con y arropa a Gheorghiu en cada canción tocando con un sonido limpio y gran musicalidad. Las dinámicas entre pianista e intérprete hacen que los matices y colores de las melodías se sientan libres y naturales. ‘Mentia l’avviso’, con texto de Felice Romani, fue compuesta por Puccini en 1883 para su examen final en el Conservatorio de Milán. Gheorghiu muestra aquí un lado más operístico, dado el carácter dramático de la canción. 

En ‘Sole e amore’, Gheorghiu canta con conocimiento de causa y pasión esta melodía que después usará Puccini en el famoso cuarteto del acto III de La bohème. 

A te, Puccini, ‘Sole e amore’ 

Siguen dos canciones que estuvieron dedicadas a personas y momentos específicos y no a alguna historia o sentimiento romántico. ‘Avanti, Urania!’ (1896), con texto de Renato Fucini, que fue compuesta para la esposa de un marqués que compró un barco al que nombraron Urania, y el ‘Inno a Diana’ (1897) con texto de Carlo Abeniacar. Son dos piezas de carácter celebratorio que Gheorghiu canta con marcialidad y buen gusto.

La canción ‘L’uccellino’ (1899) fue compuesta por Puccini para el hijo de un familiar que había fallecido. Es una canción sencilla, como de cuna, con letra de Fucini. Gheorghiu la canta con mucha ternura. ‘Terra e mare’ fue compuesta en 1902 y tiene letra de Enrico Panzacchi. Es de carácter melancólico y de añoranza por el mar; la melodía del piano es delicada y sutil. Gheorghiu acaricia cada frase con dulzura y siempre con una dicción clara.

En ‘Canto d’anime’ (1904) tenemos la letra de uno de los libretistas con los que más colaborará Puccini en sus óperas: Luigi Illica. Fue el modelo para lo que sería el aria de Rinuccio, ‘Firenze è come un albero fiorito’ de Gianni Schicchi y es también muy marcial en su estilo. Gheorghiu despliega una cascada de voz y culmina con un sobreagudo brillante.

A te, Puccini, ‘Canto d’anime’ 

La siguiente canción, ‘Dios y patria’ se la encomendó a Puccini el diario argentino La Prensa durante su visita a Buenos Aires en 1905. Gheorghiu canta muy bien en español y le da el sabor de un himno, cantando con solemnidad.

La letra es de Matías Calandrelli y se cataloga como un “himno escolar”. 

Viene luego una de las canciones más cortas de Puccini: ‘Casa mia, casa mia’ (1908), que dura menos de un minuto. Es una joyita musical que muestra cómo se puede decir y expresar tanto con un solo fragmento de música. Sigue la arietta ‘Sogno d’or’, escrita en 1912 con texto de Carlo Marsili, sobrino de Puccini. En ella oímos la melodía que Puccini desarrollará luego para el cuarteto ‘Bevo al tuo fresco sorriso’ de su ópera La rondine. Gheorghiu frasea bellamente la canción y el acompañamiento de Scalera flota y ayuda a crear una atmósfera etérea. 

A te, Puccini, ‘Sogno d’or’ 

‘Inno a Roma’ de 1919, con texto de Fausto Salvatori, fue una de las últimas canciones que escribió Puccini y, así como el ‘Inno a Diana’, es de estilo muy marcial y celebratorio. Gheorghiu la canta con mucha energía y el acompañamiento a piano es muy expresivo. La canción ‘Morire?’ fue escrita como una contribución de Puccini para un disco que se vendió para recolectar fondos para la Cruz Roja italiana durante la Primer Guerra Mundial. El poema fue escrito por un amigo de Puccini: Giuseppe Adami. La melodía principal se reutilizaría en el aria de Ruggero ‘Parigi è la cittá dei desideri’ de La rondine.

Cierra el disco con el estreno mundial de la canción ‘Melanconia’, compuesta en 1883 con letra de Ghislanzoni. Es una pieza de carácter melancólica, con una melodía sencilla pero muy sentida. El acompañamiento de Scalera siempre certero, musical y con un sonido prístino, hace que el oyente también se fije en las dinámicas del piano con deleite.

A te, Puccini, ‘Melanconia! 

Con este disco podemos decir que Angela Gheorghiu es una de las voces referenciales del siglo XXI para poder entender y disfrutar al máximo las obras creadas de Puccini.

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