Delirio—Jessica Pratt

DELIRIO
Jessica Pratt (soprano)
Orquesta y Coro del Maggio Musicale Fiorentino;
Riccardo Frizza
Tancredi Records CD

La soprano británico-australiana Jessica Pratt es una de las exponentes más importantes del repertorio belcantista en el mundo de la ópera actual. Alumna de Renata Scotto, Gianluigi Gelmetti y, actualmente, de Lella Cuberli, Pratt es conocida por su depurada técnica, sus sobreagudos impresionante y su interpretación de obras extremadamente difíciles. Este es su primer disco de arias de Donizetti y Bellini, después de haber grabado un recital en vivo de su concierto dentro de los Rosenblatt Recitals (OPUS ARTE) donde interpreta canciones variadas a piano. 

Era de esperarse que, para su primer disco con arias operísticas, Pratt haya decidido incluir cuatro grandes “escenas de la locura” del bel canto. Con el título de Delirio, la soprano australiana aborda el declive mental, las ansiedades, las alegrías momentáneas y los matices diversos de la locura de cinco personajes muy importantes: Lucia (Lucia di Lammermoor), Emilia (Emilia di Liverpool), Linda (Linda di Chamounix) de Gaetano Donizetti; así como Elvira (I puritani) y Amina (La sonnambula) de Vincenzo Bellini. 

Cuenta en el pódium con la muy experimentada y especializada batuta de Riccardo Frizza, uno de los mejores directores orquestales para este tipo de repertorio. Dirige a la Orquesta y Coro del Maggio Musicale Fiorentino en estas obras que dichos músicos conocen a la perfección. 

El disco incluye las escenas completas, sin recortes, así que tendremos también la participación de otros cantantes que acompañan a Pratt en cada una de las obras: el tenor Dave Monaco como Elvino (La sonnambula), la mezzosoprano Ana Victoria Pitts como Pierotto (Linda di Chamounix) y Teresa (La sonnambula), el barítono Jungmin Kim en los roles de Enrico, Riccardo y Alessio, y el bajo Adriano Gramigni cantando Raimondo, Giorgio y Rodolfo.

Comienza el disco con el tour-de-force que es la famosa “aria de la locura” de Lucia di Lammermoor, interpretada aquí por Pratt en la tonalidad de Fa Mayor, acompañada con armónica de cristal. Esto crea una atmósfera aún más espectral y delinea mejor los matices de la locura de Lucia. Hay algo muy importante en las recientes interpretaciones de estas arias de locura, y es que las sopranos buscan que no sean solamente escenas de mero lucimiento vocal. Buscan la teatralidad de cada una y mostrar cómo estos personajes femeninos se liberan, hasta cierto punto, del yugo que las oprime, a través de la locura. 

Como Lucia, Pratt comienza temerosa y nerviosa ‘Il dolce suono’, para mostrar la fragilidad al personaje. Escuchar el aria en la tonalidad original puede resultar extraño para algunos. El tempo con el que Frizza dirige esta primera parte de la escena le permite a la soprano desbordar su expresividad. Al llegar a ‘Ardon gli incensi’, Pratt borda cada frase con elegancia, haciendo gala de su mezza voce y cantando con un fiato bien controlado.

Lucia di Lammermoor: ‘Ardon gli incensi’ (Glass Harmonica, F Major) – YouTube

El “dueto” con la armónica de cristal es expresivo y, a la vez, virtuoso. Los staccati de Pratt son prístinos, claros y seguros. Incluye la escena ‘S’avanza Enrico’, que da continuidad dramática a la escena y muestra el enojo y horror del hermano de Lucia al ver su estado mental. Es la primera vez que ella confronta a Enrico y confiesa ante todos que todavía ama a Edgardo. Culmina la escena con ‘Spargi d’amaro pianto’, interpretado con gran intensidad y virtuosismo por Pratt; sortea la agudísima tesitura sin problema y su sobreagudo final es brillante.

Continua con el aria de Emilia del acto I, escena 2: ‘Ecco, miratela… Quest’aura matutina… Madre! Deh, placati!’ de Emilia di Liverpool, estrenada en Nápoles en 1824. Es un drama semi-serio en dos actos con un final feliz. El libreto es de Giuseppe Checcherini, basado en un libreto anónimo para la ópera de Vittorio Trento Emilia di Laverpaut que, a su vez, estaba basada en la obra de teatro de Stefano Scatizzi. Checcherini hizo una revisión del libreto en 1828, la cual también se estrenó en Nápoles en ese año. Esta escena muestra el periodo en el que Donizetti todavía estaba muy influenciado por el estilo rossiniano, sobre todo en la cabaletta ‘Ah, di contento!’ En ella, Pratt hace gala de su virtuosismo, con agilidades perfectamente bien emitidas, escuchándose todas las notas con precisión. Esta aria no se puede describir como “de locura”, sino más como un momento de introspección de Emilia y en donde nos narra cómo la persigue el recuerdo de la muerte de su madre.

Emilia di Liverpool: ‘Ah! di contento’ – YouTube

Sigue otra ópera no tan conocida de Donizetti, estrenada en 1842: Linda di Chamounix. El aria de la soprano ‘O luce di quest’anima’ es la más famosa de la ópera, pero Pratt decidió incluir en este disco la escena con Pierotto ‘Linda, a chè pensate’, el aria ‘Nel silenzio della sera’ (que se encuentra en el apéndice de la edición crítica de Ricordi) y la cabaletta ‘No non è ver… mentirono’. El personaje de Linda pierde la razón dos veces durante la ópera: una por un enfrentamiento con su padre, y otra por la negativa de la madre de Carlo, su amado, a que se casen. Linda repite el tema principal de su dueto con Carlo ‘A consolarmi affrettisi’, para luego cantar el aria que es de gran lirismo. Pratt la canta con hermoso fraseo, luciendo la homogeneidad de su registro, además e imprimirle toda la emoción y añoranza del personaje. 

Linda di Chamounix: ‘Nel silenzio della sera’ – YouTube

La mezzosoprano Ana Victoria Pitts acompaña a Pratt en esta escena y funde su oscuro y aterciopelado timbre muy bien con el de la soprano. Una verdadera joya musical donde la hermosa melodía donizettiana sirve no solo como vehículo de lucimiento para la soprano, sino también para dar una caracterización más profunda a su personaje y el momento que vive. La cabaletta ‘No, non è ver’ muestra un Donizetti más aguerrido y ya con estilo propio. Pide no solo que la soprano haga saltos de registro abruptos de graves a agudos, que haga variaciones en la repetición del tema principal, sino también que muestre la desesperación a flor de piel de Linda. Otro tour-de-force del cual Pratt sale airosa. 

Dos escenas colosales de Bellini aparecen en este disco: el aria de Elvira ‘O rendetemi la speme… Qui la voce … Vien diletto!’ de I puritani y la escena final de Amina en La sonnambula, ‘Ah! Non credea mirarti!… Ah! Non giunge uman pensiero’. Comenzando con la escena de Elvira, Pratt tiene la particularidad de mostrar su tristeza y añoranza por Arturo con una melancolía a flor de piel. Flota las notas de manera etérea y delicada. El oyente va degustando cada frase que va hilando con mucha emotividad. El sonido de su voz es cristalino, con un squillo penetrante y sobreagudos certeros cuales rayos láser. En ‘Qui la voce’, el tiempo se detiene y presenciamos, junto a Riccardo y Giorgio, la melancolía de Elvira. No solo se trata de “cantar bonito”, sino también de darle los matices emocionales a la “locura” de esta joven y hacer lucir la preciosa melodía belliniana. Su ‘Vien, diletto’ es exquisito, haciendo todas las dinámicas vocales sin problema alguno. Las variaciones que hace en el da capo son fabulosas.

I puritani: ‘Qui la voce sua soave’ – YouTube

Cierra el disco con el aria del sonambulismo de Amina, de nuevo, no propiamente un aria de ‘locura’ pero sí un momento en donde el personaje principal femenino nos revela sus preocupaciones, su estado anímico y todo aquello que trae en su corazón dada la duda de Elvino sobre su fidelidad. Pratt ha cantado el rol de Amina muchas veces y se nota en su manera de interpretarla que conoce a la perfección cada nota y cada inflexión del personaje. Empieza la escena desde el momento en que Amina se salva de caminar por una tabla que está a una altura considerable. El pueblo, su madre y Elvino la observan nerviosos al principio de la escena ‘Coraggio… è salva!’. 

Es un momento íntimo e introspectivo, además de conmovedor y sublime gracias a la música de Bellini y a la interpretación tan comprometida de Pratt. Frizza le da un tempo muy cómodo y lucidor al aria ‘Ah! Non credea mirarti’ para que ella pueda hacer gala de su fraseo cuidado y que flota sobre la etérea melodía belliniana. 

La sonnambula: ‘Ah! non credea mirarti’ – YouTube

El tenor Dave Monaco destaca por su bello timbre al cantar a Elvino. Pratt canta un vibrante ‘Ah, non giunge uman pensier’, mostrando por qué es una de las mejores intérpretes del repertorio belcantista hoy en día. Es una voz de soprano lírico con cierto peso o cuerpo en el registro central, y con un registro sobreagudo espectacular, además de agilidades atractivas y fulgurantes.

Riccardo Frizza se ha convertido en el director orquestal más confiable y experto en el repertorio del bel canto, mostrando una lectura en cada escena donde prevalecen las bellas melodías de Bellini y Donizetti, además de hacer que Pratt luzca al máximo en ellas. Un gran disco que ilustra perfectamente el arte y la voz de Jessica Pratt con obras que no solo son un homenaje a los personajes femeninos del bel canto sino que les dan una nueva visión, más humana y más actual.

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