I Canti-Puccini—Charles Castronovo
I Canti, Puccini
Charles Castronovo (tenor)
Orchestral Songs & Works
Münchner Rundfunkorchester;
Ivan Repušić
BR KLASSIK CD
Este nuevo e interesante nuevo disco del tenor norteamericano Charles Castronovo sale en muy buen tiempo para conmemorar este año el centenario de la muerte del gran compositor Giacomo Puccini. En esta ocasión, en vez de hacer una selección de arias, Castronovo y el director Ivan Repušić nos presentan un programa por demás innovador: las canciones escritas por Puccini con acompañamiento de piano.
La particularidad de esta grabación es que se emplean los arreglos orquestales hechos por el compositor y arreglista Johannes X. Schachtner para dichas canciones. Muchas de ellas, relacionadas a las óperas de Puccini, fueron escritas durante sus años de estudiante en Milán. Once de estas canciones fueron publicadas en vida de Puccini, y otras quedaron olvidadas durante una centuria. En 2010 se hizo una primera edición crítica de 16 de sus composiciones vocales. Schachtner se inspiró en dicha edición para escribir los arreglos para orquesta basados en las partituras para piano.
En febrero de 2023, Castronovo cantó las 16 canciones por primera vez junto a la Münchner Rundfunkorchester dirigida por Repušić. Esta grabación nació a partir de ese concierto y se llama “Giacomo Puccini – I Canti”. Hay que resaltar que las canciones de Puccini que aquí se cantan no tienen relación temática entre sí y son más cercanas a la tradición del bel canto que al de los Lieder alemanes. El acompañamiento es sencillo y da prioridad a las hermosas melodías y al sentimiento que no se desborda de manera tan abismal como en sus arias de ópera.
En este disco también se incluyen obras orquestales del joven Puccini que muestran la formación musical y el comienzo del genio de Lucca con algunos fragmentos que ya vislumbran melodías que aparecerán en sus más famosas óperas. Escuchamos y notamos su amor por la música de Richard Wagner en su Preludio sinfónico y reconocemos el inicio de lo que será el acto I de La bohème en un fragmento que aparece en su Capriccio sinfónico, ambas obras de sus años de estudiante. El disco incluye también la pieza fúnebre Crisantemi, escrita para cuarteto de cuerdas; Puccini la compuso en memoria de Amadeo de Savoia, Duque de Aosta, que murió el 18 de enero de 1890.
Castronovo es un tenor que no solo canta bien, sino que adapta su timbre baritonal a los distintos estilos de estas canciones. Entiende que no son arias sino canciones más bien “populares”. En ‘A te’, canta con un estilo más sencillo y juvenil. ‘Salve Regina’ es de carácter más serio: una plegaria con acompañamiento sencillo pero que demuestra la solemnidad de la pieza: un rezo ferviente y respetuoso. En ‘Ad una morta!’ (1882), escuchamos ciertos pasajes orquestales y melodías que nos recuerdan a fragmentos de Le villi, sobre todo al aria de Roberto ‘Torna ai felici di’. La canción ‘Mentia l’avviso’ (1883) la escribió Puccini como parte de su examen final en el Conservatorio de Milán con una melodía que usaría después en el aria de Des Grieux ‘Donna non vidi mai’ de Manon Lescaut. En ella, Castronovo hace gala de su intensidad vocal y de su timbre oscuro; tiene un fraseo elegante que acaricia cada frase con suavidad. La orquestación de Schachter resalta el carácter operístico y dramático de esta canción con una instrumentación más densa.
‘Storiella d’amore’ (1882) es una canción de carácter más ligera, con una melodía sencilla que nos recuerda a las canciones napolitanas o sicilianas. Castronovo sabe cómo ir degustando el texto que canta y sabe muy bien contar estas pequeñas historias y sentimientos de cada pieza. Una de las canciones de Puccini más conocidas es ‘Sole e amor’ (1888), la cual emplea la melodía principal del cuarteto de La bohème (a partir de la frase de Mimí: “Addio, dolce svegliare a la mattina”). Lo interesante e increíble es cómo Puccini pudo usar esta misma melodía en dos situaciones distintas y en dos escenarios musicales tan distintos como la canción de concierto y la ópera. Castronovo, uno de los mejores Rodolfos de la actualidad, conoce de pies a cabeza esta música y la canta con emotividad.
Sigue ‘Avanti Urania!’, canción que Puccini le dedicó a la esposa de un marqués que había comprado un barco al que le puso Urania. La orquestación es suntuosa, permitiendo a Castronovo mostrar su potente voz. Algunas canciones son de estilo marcial y algunos son himnos solemnes. Una de ellas es ‘Inno a Diana’ (1899), donde el carácter marcial y de celebración a la diosa Diana se siente en la orquesta y en el canto viril de Castronovo. Lo mismo puede decirse de el ‘Inno a Roma’, una de las últimas canciones que Puccini escribió en 1923 con un texto de Fausto Salvatori. Es un himno casi militar, marcial, lleno de fuerza y de una sensación de celebración y homenaje a la capital italiana. Una gran oportunidad para que Castronovo muestre su bien timbrado registro medio y su línea de canto impecable. La orquestación es colosal.
‘E l’uccellino’ (1899), es una canción de cuna triste, sencilla en su melodía y de corta duración. Fue escrita por Puccini para el hijo de un familiar que había fallecido. Castronovo le da la dulzura necesaria, acariciando las palabras al cantarlas. ‘Terra e Mare’, escrita en 1902, con letra de Enrico Panzacchi, es melancólica y habla de la añoranza de un hombre por el mar cuando está en tierra. Fue escrita en Torre del Lago para Albo Annuale d’Arti e Lettere, Novissima 1902 de Edoardo de Fonseca.
‘Canto d’anime’ (1904) fue escrita para ser grabada por el sello discográfico Grammophone Company Ltd a petición de Alfred Michaelis, con letra de Luigi Illica. Fue el modelo para lo que sería después el aria de Rinuccio ‘Firenze è come un albero fiorito’ de Gianni Schicchi. En ella, Castronovo da vuelo a su imponente voz y corona el final con un sobreagudo brillante.
Hay una canción en español llamada ‘Dios y patria’: un himno escolar con letra de Matías Calandrelli, redactor del periódico argentino La Prensa, diario que le encomendó a Puccini esta pieza durante su estancia en Buenos Aires. La letra y la música de esta singular canción de Puccini fueron publicados en La Prensa el 15 de agosto de 1905. Castronovo pronuncia muy bien el español y la interpreta con un sabor muy latino.
‘Casa mia, casa mia’ es una joyita de menos de 40 segundos escrita en 1908 con un texto basado en una canción popular infantil italiana. Fue escrita para acompañar una entrevista que le hicieran a Puccini en la revista La Casa y fue Edoardo de Fonseca quien se la encargó para que hablara a través de ella de sus residencias en Torre del Lago, Chiatri y Abetone. Es un scherzo de corta duración pero que refleja un lado casero y hasta pueblerino de Puccini.
‘Sogno d’or’ es una arietta escrita en 1912 con texto de Carlo Marsili, sobrino de Puccini, creada para su publicación en la edición navideña de la revista Noi e il mondo. Esta melodía la empleará Puccini de nuevo en el famoso cuarteto ‘Bevo al tuo fresco sorriso’ de La rondine (1917).
Termina el ciclo de canciones con ‘Morire?’, una canción escrita como una contribución para un disco que se vendió para recolectar fondos para la Cruz Roja italiana durante la Primer Guerra Mundial. El poema fue escrito por un amigo de Puccini: Giuseppe Adami. La melodía principal se reutilizaría en el aria de Ruggero ‘Parigi è la cittá dei desideri’ de La rondine. Castronovo la interpreta con pasión y matices que resaltan la hermosa letra, entrelazada a la elegante música de Puccini. Hace muy bien la mezcla entre la parte casi recitada sin música y la parte cantada.
Ivan Repušić dirige a la Münchner Rundfunkorchester con un sonido rico en texturas orquestales y matices sonoros. El disco cierra con tres trabajos sinfónicos de Puccini donde escuchamos la influencia que su maestro, Amilcare Ponchielli, tuvo en su formación y la admiración que tenía el joven Giacomo por la música de Richard Wagner.
En su Preludio sinfónico oímos ya esas melancólicas y apasionadas melodías a las cuales estamos acostumbrados en sus óperas y, sin querer exagerar, nos parece que el inicio recuerda un poco al inicio del Lohengrin wagneriano o del la Cavalleria Rusticana de su contemporáneo y compañero de estudios, Pietro Mascagni. En su Capriccio sinfónico escuchamos, como dijimos anteriormente, el tema principal del inicio del primero y cuarto acto de La bohème perfectamente bien entrelazado entre el tejido orquestal. Fue el trabajo con el que concluyó sus estudios en el Conservatorio de Milán en 1883 y es su composición orquestal más extensa. Es la primera vez que escuchamos la fusión entre la tradición de la ópera decimonónica italiana con la suntuosidad de la orquesta de estilo wagneriano, con tintes ya de lo que será el sonido característico de las óperas de Puccini.
Crisantemi fue compuesto por Puccini en una sola noche, como homenaje al recientemente fallecido segundo hijo del rey Victor Manuel II en 1890. Es para un cuarteto de cuerdas y lo llamó “Crisantemos” por la relación que estas flores tienen con los funerales. El arreglo en esta grabación es de Lucas Drew para las secciones de cuerda de la orquesta.
Muy recomendable este disco en donde Charles Castonovo, Ivan Repušić y la Münchner Rundfunkorchester hacen un muy merecido homenaje a las canciones y música sinfónica de Puccini, cuya calidad y belleza nos muestran como el joven Giacomo de Lucca llegó a ser uno de los compositores operísticos más importantes de fines del siglo XIX y principios del XX.