Operette: Wien, Berlin, Paris — Diana Damrau
Diana Damrau (soprano), Jonas Kaufmann (tenor)
Emily Sierra (mezzosoprano), Elke Kottmair (soprano)
Münchner Rundfunkorchester; Ernst Theis
ERATO CD
La soprano alemana Diana Damrau presenta su nuevo disco con arias, duetos y tríos de operetas de diversos compositores. La selección de música hace homenaje también a tres ciudades muy importantes para la opereta: Viena, Berlín y París, cubriendo 70 años de música.
Damrau canta operetas de compositores como Johann Strauss II, Franz Lehár, Emmerich Kálmán, Robert Stolz, Paul Abraham, André Messager, Henri Christiné, Oscar Straus y Francis López. El tenor Jonas Kaufmann la acompaña en tres duetos y Ernst Theis dirige la Münchner Rundfunkorchester. Coincide también el lanzamiento de este disco con el debut de Damrau en el papel de Rosalinde de Die Fledermaus de Strauss II en la Bayerische Staatsoper, en una producción de Barrie Kosky dirigida orquestalmente por Vladimir Jurowski.
Damrau eligió operetas poco conocidas entre las que se incluye Der Favorit de Stolz, Frau Luna de Lincke, Friedericke, Paganini, Der Zigeunerlibe y Eva de Lehár, Das Lied der Liebe de Strauss I y Erich Wolfgand Korngold, Die Faschingsfee de Kalman, Im weißen Rößl de Stolz y Benatzky, Die Dubarry de Carl Millöcker y Theo Mackeben, Der Opernball de Heuberger, Andalousie de López, Das Spitzentuch der Königin de Strauss II, Monsieur Beaucaire y L’amour masqué de Messager, Ball im Savoy de Abraham, Phi phi de Christine y Manon de Óscar Strauss.
Damrau fue asesorada para elegir estas obras por su amiga y colega Elke Kottmair, quien formó parte la Dresden State Operetta por 12 años y es experta en la materia. Lo que ambas quisieron resaltar y retratar en el álbum es la variedad de personajes femeninos que existen en la opereta y sacar a la luz títulos poco conocidos.
«Para mí, la opereta es el género más completo del teatro musical —dice Damrau—. Su indulgencia, anhelo, alegría y comedia tocan el corazón y muestran el lado positivo de la vida… Rara vez deja de crear momentos mágicos para el público.” El disco de la soprano alemana comprueba que no solo la opereta en sí tiene magia, chispa y encanto; también la interpretación de Damrau de cada una de las piezas es chispeante y llena de joie-de-vivre.
Con este disco la soprano hace un viaje por París, Berlín y Viena en el siglo XIX, cuando la opereta estaba en su apogeo. Como menciona el director musical, la historia de la opereta comenzó en París en 1855 con Jacques Offenbach y sus dos obras Les Deux Aveugles y Une nuit blanche. Quince años después, Johann Strauss I escribió sus operetas Indigo y Die vierzig Räuber y para 1897, Paul Lincke escribió Venus auf Erden, estrenada en el Teatro Apollo de Berlín. Cada uno de estos estrenos añadió elementos musicales, teatrales y dancísticos al todo que se llama ahora opereta. Sus intérpretes no solo debían cantar pasajes de gran virtuosismo, casi operísticos, sino que también tenían que cantar estilos distintos de música; debían saber bailar, actuar y decir bien sus diálogos como actores de teatro.
Inicia el disco con el aria de Manon ‘Du sollst der Kaiser meiner Leben sein’ de la opereta Der Favorit de Stolz. Desde el principio nos sumergimos en el mundo de la opereta vienesa. De inmediato se siente la afinidad de la soprano alemana con el género; es muy gratificante para el oyente escuchar a alguien que pone tanta atención en ir degustando el texto que canta.
Sigue el aria de Marie ‘Schlösser, die im Monde liegen’ de Frau Luna de Lincke. La música de este compositor es luminosa, con una melodía que embelesa el oído. Damrau está en plenitud vocal y su timbre brilla con esta música. Luce también mucho su capacidad histriónica, ya que se incluyen algunos fragmentos hablados que introducen las arias. Tal es el caso del aria de Eva ‘Wär es auch nichts als ein Traum vom Glück’ de Eva de Franz Lehár. Su voz flota y acaricia el oído además de llevar in crescendo la emoción del aria.
Eva: ‘Wär es auch nichts als ein Traum vom Glück’ (Eva)
Aparece después el primer dueto del disco entre Damrau y Jonas Kaufmann: se trata del dueto entre Paulette y Richard ‘Ein kleiner Flirt’ de Das Lied der Liebe de Strauss I con arreglos de Korngold. Ambos cantan con estilo, moldeando sus voces para adaptarlo al carácter juguetón y pícaro de la música. Es imposible no sonreír mientras escucha uno esta colaboración.
Das Lied der Liebe: Dueto. ‘Ein kleiner Flirt’ (Paulette, Richard)
Continúa Damrau con el aria de la Fürstin Alexandra María ‘Liebe, ich sehn’ mich nach dir’ de Die Faschingsfee de Kálmán. Aquí Damrau canta con fraseo exquisito, dicción clara y mucha pasión. Vuelve Kaufmann para cantar con ella el dueto entre el Dr. Siedler y Ottilie ‘Mein Liebeslied muss ein walzer sein’ de Im weißen Rößl de Stolz. Este dueto en ritmo de vals muestra a ambos intérpretes disfrutando y luciendo al máximo sus voces en perfecto estilo, transmitiendo lo chispeante de la música.
Sigue el aria de Jeanne ‘Ich schenk’ mein Herz nur dem allein’ de Die Dubarry, basada en la música de Carl Millöcker para la obra Gräfin Dubarry, con arreglos musicales de Theo Mackeben. También en ritmo de vals, pero con esos matices que Damrau hace para que cada estrofa suene distinta y de acuerdo con el texto que está cantando. Resaltemos aquí el papel de la orquesta y los tempi con los que Theis dirige, ya que enaltecen las bellas melodías, además de mostrar las hermosas orquestaciones que tienen cada una de las piezas que interpreta Damrau en el disco.
El tercer dueto entre Damrau y Kaufmann es ‘Im chambre séparée’ entre los personajes de Henri y Hortense de la opereta Der Opernball de Heuberger. Este es de carácter más romántico, con una melodía sencilla y muy pegajosa. La voz de Kaufmann se escucha libre y lírica, cómoda con la música y Damrau disfruta cada momento y se nota en su interpretación. Ambos entienden el género.
Pasamos ahora a un aria de Dolorès en francés: ‘Ça fait tourner la tête’ de Andalousie de López. Después de escuchar arias y duetos en estilo de opereta vienesa y berlinesa (alemana), esta aria muestra cierta influencia de Offenbach. Damrau incluso moldea su voz para sonar más ligera, sin dejar a un lado el virtuosismo vocal y esos sobre agudos brillantes que la caracterizan. Volvemos a Lehár, ahora con su opereta Friedericke, con un aria de carácter más lírico: ‘Warum hast du mich wachgeküsst?’. Aquí escuchamos a Damrau cantar con una línea de canto elegante, mostrando que en la opereta también existen las escenas dramáticas y melancólicas.
Friederike: ‘Warum hast du mich wachgeküsst?’ (Friederike)
De Strauss II se interpreta el terceto de la Reina, el Rey e Irene ‘Wo die wilde Rose erblüht’ de Das Spitzentuch der Königin, en el que participan con Damrau la mezzosoprano Emily Sierra en el papel del Rey y la soprano Elke Kottmair en el rol de Irene. Sus voces se acoplan y armonizan bellamente, entrelazándose de una manera orgánica.
De la opereta francesa Damrau canta el aria de Lady Mary ‘Rossignol, tout comme autrefois’ de la obra Monsieur Beaucaire de Messager, adaptada al francés por André Rivoire y Pierre Veber. De nuevo se trata de un aria en la que Damrau puede lucir su registro agudo, además de su eminente musicalidad. La música de Messager es transparente y descriptiva; los violines imitan las alas de un ruiseñor.
Una de las arias conocidas es la de Anna Elisa ‘Liebe, du Himmel auf Erden’ de Paganini de Lehár. De nuevo, se presenta el contraste entre las arias alegres y bailables, con esta que es muy romántica, con una melodía que flota con la ayuda de las cuerdas en la orquesta. Damrau le sabe sacar provecho a este encantamiento e imprime toda la emoción que el aria requiere. Digamos que es una de las piezas más “operísticas” del disco.
Paganini: ‘Liebe, du Himmel auf Erden’ (Anna Elisa)
Del mismo compositor es el aria de Ilona von Körösháza ‘Hör ich Cymbalklänge’ de Zigeunerliebe. Con un sabor húngaro que se siente desde el solo de violín con el que abre el aria, Damrau luce su registro central y afronta la parte rápida con facilidad, sin descuidar la dicción. Le imprime también un entusiasmo que es contagioso.
Una rareza de gran belleza es el aria de Madeleine ‘In meinem weißen Armen’ de Ball im Savoy de Paul Abraham. Es de un estilo más moderno, con una parte recitada, casi como de cabaret. Suena como una canción que Edith Piaf o Marlene Dietrich pudiesen haber interpretado.
Ball im Savoy: ‘In meinen weißen Armen’ (Madeleine)
Siguen dos arias más en francés: la de Aspasie ‘Bien chapeautée’ de Phi phi de Christine y la de Elle ‘J’ai deux amants’ de L’amour masque de Messager. La primera es muy del estilo de Offenback, pícara, chispeante y que depende mucho de la manera en que Damrau maneja el texto para proyectar la comicidad de la escena. Lo mismo sucede con el aria de la obra de Messager: depende más de la vis cómica con la que la soprano la interpreta, más que de virtuosismo vocal. La música es encantadora y Damrau luce sus dotes de actriz al máximo en ella.
Termina el disco con ‘Ich bin eine Frau, die weiß, was sie Will’ de Manon de Oscar Strauss. Aquí Damrau mezcla la voz cantada con la recitada, de nuevo sacándole jugo al texto que interpreta y mostrando que la opereta no es solo cantar melodías bonitas sino también crear un personaje en un determinado momento.
Además del fantástico trabajo vocal de Damrau, Kaufmann, Sierra y Kottmair, hay que hacer mención honorífica a la Münchner Rundfunkorchester bajo la batuta de Ernst Theis. Su sonido es brillante, rico en texturas, colorido y con matices que crean una atmósfera especial que solo logra la opereta con su magia. No solo recomiendo este disco por el gran valor musical del mismo sino también por el trabajo de curaduría que hicieron Damrau y Kottmair, sacando a la luz varias operetas que son de una gran belleza y que merecen ser escuchadas de nuevo en el siglo XXI.