La forza del destino — Giuseppe Verdi

Saioa Hernández (Leonora), Roberto Aronica (Don Alvaro), Annalisa Stroppa (Preziosilla), Amartuvshin Enkhbat (Don Carlo di Vargas), Nicola Alaimo (Melitone), Ferruccio Furlanetto (Padre Guardiano), Alessandro Spina (Marchese di Calatrava), Valentina Corò (Curra)
Orchestra e Coro del Maggio Musicale Fiorentino; Zubin Mehta
Dynamic CD 

El Festival del Maggio Musicale Fiorentino presentó una nueva puesta en escena de La forza del destino de Giuseppe Verdi con un elenco vocal muy fuerte y la experimentada batuta del director indio Zubin Mehta. El director de escena fue el español Carlus Padrissa, pero no hablaremos de la producción ya que reseñaremos solamente el CD.

La ópera fue estrenada en San Petersburgo en 1862, con un libreto de Francesco Maria Piave basado en la obra Don Álvaro o la fuerza del sino de Ángel de Saavedra, Duque de Rivas. Verdi hizo revisiones posteriores, encargando los cambios del libreto a Antonio Ghislanzoni, quien alteró el final y algunas otras escenas para hacer la trama menos violenta. Esta segunda versión se estrenó en el Teatro alla Scala de Milán el 27 de febrero de 1869 y es la que más se representa actualmente.

Dada la dificultad vocal y dramática de los tres protagonistas (Leonora, Alvaro y Carlo), no es fácil representar esta ópera, sobre todo si se quiere hacer justicia a la música que Verdi compuso en ella. Afortunadamente, en esta grabación hecha totalmente en vivo durante una de las funciones del Maggio Musicale Fiorentino, contaron con un elenco de cantantes sólidos y experimentados que le dan vida a estos tres personajes. Tener a Mehta como director es un plus, ya que ha dirigido antes la obra y se nota que conoce cada resquicio de la partitura.

Como Leonora di Vargas está la soprano española Saioa Hernández, quien se ha hecho un nombre dentro de la lírica actual por interpretar, precisamente, estos roles verdianos de carácter spinto y por cantar de una manera que recuerda a la llamada ‘época de oro’ de la ópera. Hernández tiene un registro central carnoso, con un color hasta cierto punto oscuro, potente y firme. Su famoso registro grave, bien apoyado en lo que llamamos voce di petto, y su registro agudo se expande sonoro y seguro. Comienza mostrando el lado vulnerable y temeroso de Leonora en la primera escena al cantar el aria ‘Me, pellegrina ed orfana’.

La forza del destino, Verdi. Acto I, escena 2: ‘Me, pellegrina ed orfana’ – YouTube

En esta escena está un poco contenida, en el mejor de los sentidos, ya que después, al llegar a la escena 5 del acto II y, a partir de ahí, Hernández deja por fin que su voz se libere en intensidad y dramatismo, tal como lo requiere el personaje. Ejemplos de ello son ‘Madre, pietosa vergine’ y ‘La vergine degli angeli’. Es emocionante escuchar los “¡brava!” que le grita el público después de cada aria; al ser una función en vivo, produce esa sensación del momento mágico que se transmite solo estando en el teatro.

La forza del destino, Verdi. Acto II, escena 10: ‘La vergine degli angeli’ – YouTube

Hernández interpreta un ‘Pace, pace, mio Dio’ de antología, matizando bellamente y haciendo todas las dinámicas que el aria requiere, añadiendo sentimiento y fuerza a su canto.

La forza del destino, Verdi. Acto IV, escena 6: ‘Pace, pace, mio Dio!’ – YouTube

El tenor italiano Roberto Aronica posee una voz lírica pura y, desde hace unos años, se ha dedicado a cantar roles más pesados. Don Alvaro tiene momentos de gran lirisimo que requiere matices y modulaciones delicadas, empleando la mezza voce. Un ejemplo de ello es su aria ‘Oh, tu che in seno agli angeli’ del acto III. También requiere de una voz potente y con capacidades dramáticas para sus duetos con Don Carlo y para el final de la ópera. Aronica se muestra más cómodo en las partes más liricas, como el dueto con Leonora ‘Pronti destrieri di già ne attendono’. El timbre es muy bello, con squillo, y canta con fraseo elegante, al igual que en su aria del acto III. A veces se siente como que su voz va a llegar a su límite, algunas notas sobreagudas se oyen frágiles, pero Aronica la controla bien para no perder refinamiento en su canto. Excelente su dueto ‘Solenne in quest’ora’ con Don Carlo.

La forza del destino, Verdi. Acto III, escena 4: ‘Solenne in quest’ora’ – YouTube

El barítono mongol Amartuvshin Enkhbat como Don Carlo di Vargas es una verdadera sorpresa en el papel. Desde hace unos tres o cuatro años que este intérprete ha llamado la atención del mundo de la lírica por su hermosa voz, un color aterciopelado y una sonoridad que evoca a los “barítonos verdianos” de antaño. Canta con una impecable línea de canto su aria ‘Urna fatal’ y afronta con un caudal de voz impresionante la cabaletta ‘Egli è salvo! Gioia immensa’. 

La forza del destino, Verdi. Acto III, escena 5: ‘Urna fatale del mio destino’ – YouTube

Se acopla muy bien con Aronica en sus duetos, aunque sentimos que el punto débil de Enkhbat es la expresividad. Es muy técnico en su interpretación y tal vez le falta un poco de pasión a su canto en ciertos momentos clave, sobre todo si lo comparamos con sus otros dos compañeros de elenco, que desbordan intensidad dramática. Fuera de ese detalle, creemos que Enkhbat es una voz importante y cuya carrera hay que seguir muy de cerca. Un fabuloso barítono en verdad.

Ferruccio Furlanetto es un imponente Padre Guardiano; su voz se mantiene en buen estado y canta con ese estilo verdiano que le han dado años de interpretar estos papeles. Su voz es oscilante en ciertos momentos, pero eso no demerita en lo absoluto su interpretación. El bajo italiano da una cátedra de cómo se debe cantar este repertorio. Su escena ‘A te sia gloria, o Dio clemente’ con Leonora es electrizante y muy emotiva su participación al final de la ópera en el trío ‘Non imprecare, umiliati!’

La mezzosoprano italiana Annalisa Stroppa es una chispeante Preziosilla; se luce en sus dos escenas claves ‘Al suon del tamburo’ y ‘Rataplán, rataplán’. El barítono italiano Nicola Alaimo como Melitone es un verdadero lujo. Hace que el personaje cobre otra dimensión, mezclando la comicidad con cierta ingenuidad y encanto.

Zubin Mehta quien muestra un control total de sus intérpretes, de su coro y de la orquesta. Sus tempi ayudan al drama y a que la acción fluya; sabe respirar con sus cantantes y crea texturas orquestales bellísimas. Su balance entre el coro y los solistas es también exquisito, sobre todo en la escena de Leonora, el Padre Guardiano y el coro de monjes en el acto II. Esta es una ópera donde el coro luce muchísimo ya que participa en tres de los cuatro actos. El coro del Maggio Musicale Fiorentino hace un gran trabajo en todas sus intervenciones. Su dicción es muy clara. Lo mismo se puede decir del sonido impecable de la orquesta; especialmente de las cuerdas, cuyo sonido brilla. 

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