Tosca de Puccini
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A. Harteros, A. Antonenko, L. Tézier, A. Mastroni
Staatskapelle Dresden
Christian Thielemann, director
UNITEL CLASSICS Bluray
Filmada durante el Festival de Pascua de Salzburgo en 2018, esta nueva producción de Tosca de Puccini cuenta con un elenco internacional de primer orden, además de la magistral batuta del director alemán Christian Thielemann al frente de la Staatskapelle de Dresde. En el rol titular está a Anja Harteros en estado de gracia vocal y actoral, acompañada del tenor letón Aleksandrs Antonenko y del fascinante Baron Scarpia del barítono Ludovic Tézier.
El director de escena Michael Sturminger fue el encargado de transportar la trama de esta ópera a la Roma moderna, implementando el tema de la mafia y una ambientación digna de una película de Martin Scorsese.
En lo musical, Harteros es una de las mejores Toscas de la actualidad y, aunque su voz no tiene un sonido “italiano”, canta el rol con gran pasión, excelente técnica y un gran entendimiento del personaje. Harteros nunca exagera los celos de Tosca y matiza al papel con realismo y dotando al personaje de humanidad. Su ‘Vissi d’arte’ es sobrecogedor, y lo canta recostada en la mesa de la oficina de Scarpia, con excelente manejo de la dinámica vocal. Tiene química con el Mario Cavaradossi de Antonenko, sobre todo el del primer acto “Mario! Mario!… Non la sospiri…”. Afronta los momentos dramáticos con aplomo y la intensidad de su interpretación va in crescendo conforme avanza la ópera. Sale bien librada de algunas situaciones escénicas un poco ilógicas que propone el regista, resaltando más su trabajo vocal sobre las locuras que le pide hacer en la puesta. El final, por ejemplo, es bastante desafortunado desde el punto de vista escénico.
Antonenko lleva ya varios años con una situación vocal bastante irregular. En este video todavía escuchamos en el letón algunos momentos de brillantez vocal, sobre todo cuando canta al lado de Harteros, que lo hace matizar y frasear con elegencia en los duetos. La voz sigue teniendo squillo en los agudos pero, en ciertos momentos, el sonido se percibe apretado o con un preocupante trémolo. Actúa con intensidad y sus dos arias están bien interpretadas, aunque se agradecería un poco más de sutileza en ellas, especialmente en ‘E lucevan le stelle’.
Ludovic Tézier es un Baron Scarpia de gran presencia escénica y vocal. Su timbre oscuro, aterciopelado y su interpretación del malévolo jefe de policía romano crea un fuerte contraste con el Cavaradossi de Antonenko. Su “Te Deum” en el primer acto es de los mejores que se han escuchado en los últimos diez años.
Andrea Mastroni canta a Cesare Angelotti, Matteo Peirone es el Sacristán, Mikeldi Atxalandabaso interpreta a Spoletta, Rupert Grössinger canta a Sciarrone, Levente Páll, al Carcelero y Benjamin Aster es el Pastorcito.
Thielemann dirige con un sonido rico a la Staatskapelle Dresden, adoptando con ductilidad el estilo pucciniano. Sus tempi son precisos, acompaña bien a los cantantes, respirando con ellos y permitiéndoles lucimiento vocal sin alentar el ritmo frenético que tiene la ópera, principalmente en el segundo acto.
En la puesta de Sturminger, Cavaradossi es un artista visual que hace instalaciones artísticas en la iglesia de Sant’Andrea; Scarpia es el jefe de la policía romana y Tosca es una actriz al estilo de Hollywood. El único momento en donde la vemos vestida de manera más clásica, evocando los vestidos decimonónicos de la trama original, es en el segundo acto, donde Harteros llega vestida con un hermoso vestido rojo muy parecido a los que usualmente usan las sopranos que cantan a Floria Tosca. La mayoría de las ideas de Sturminger funcionan a nivel escénico, pero le falla terriblemente el final, que resulta anticlimático: en vez de que Tosca se lance al vacío desde el Castel Sant’Angelo, vemos que Scarpia sobrevive al ataque de la diva y llega a dispararle a Tosca. Esto no sería tan ilógico y anticlimático si no fuese porque a Sturminger se le ocurrió hacer que Tosca saque una pistola de su bolsa y, en una suerte de duelo del Viejo Oeste, se enfrenten ella y Scarpia en cámara lenta, después del fusilamiento de Cavaradossi.
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