Where is my beloved?—Ekaterina Siurina
Ekaterina Siurina (soprano),
Kaunas City Symphony Orchestra,
Constantine Orbelian
DELOS CD
La soprano rusa Ekaterina Siurina lanza su tercer disco como solista con un programa de arias que muestran ya un repertorio más pesado del que estábamos acostumbrados a escucharle. Comenzó su carrera cantando roles de soprano lírico y ligero tales como Olympia (Les contes d’Hoffmann), Gilda (Rigoletto), Giulietta (I Capuleti e i Montecchi), el rol titular de Maria Stuarda, Susanna (Le nozze di Figaro), Adina (L’elisir d’amore), Elvira (I puritani) y Servilia (La clemenza di Tito), para mencionar solo algunos.
Poco a poco ha ido adentrándose en roles más dramáticos y que requieren más peso vocal como Donna Anna (Don Giovanni), Mimì (La bohème) y Violetta (La Traviata). Próximamente hará su debut como Tatiana en Eugenio Oneguin de Chiakovski en la Ópera Nacional de Tokyo.
En esta grabación, Siurina ha elegido arias de óperas tan diversas como Rusalka, Madama Butterfly, Manon Lescaut, Suor Angelica, Adriana Lecouvreur, Mefistofele, Simon Boccanegra, Iolanta y Eugene Onegin. El maestro Constantine Orbelian la acompaña dirigiendo a la Kaunas City Symphony Orchestra de Lituania en esta variada y muy intensa selección.
Comienza el disco con la llamada “Canción a la Luna”, ‘Mesicku na nebi hlubokén’ de Rusalka de Antonín Dvořák. La voz de Siurina ha ganado expansión en su registro central, sin perder brillantez en sus notas agudas. Como los buenos vinos, su timbre ha madurado muy bien. Sigue teniendo un timbre prístino y cálido, además de cierta ternura al proyectar los sentimientos. Flota de manera etérea cada frase de la “Canción de la Luna”, con una línea de canto impecable.
Rusalka (Dvořák): ‘Mesicku na nebi hlubokén’ – YouTube
El cuerpo central del disco es una selección de arias de óperas italianas para culminar con dos arias de óperas rusas. El aria ‘In quelle trine morbide’ del acto II de Manon Lescaut de Giacomo Puccini es de gran intensidad dramática y emotiva. Siurina sabe que no es una soprano spinto y moldea su instrumento para interpretar las partes del aria en donde debe agrandar más su voz. A diferencia del aria ‘Sola, perduta, abbandonata’ del acto IV, esta aria se adapta más a la voz de lírico puro de Siurina. La matiza de manera elegante, coloreando cada frase con buen gusto.
Un papel que la soprano rusa podría cantar en un futuro y de la cual canta el aria más famosa es Suor Angelica, también de Puccini. El aria ‘Senza mamma’ es un tour-de-force emocional para cualquier soprano que la cante ya que, por un lado, requiere de un control vocal depurado y, por otro, de poder desbordar toda la tristeza y desesperación del personaje sin que afecte la emisión de su instrumento. Es muy grato escuchar una Suor Angelica con un timbre tan angelical. Siurina muestra que ya tiene cuerpo en el registro central para poder cantar el papel en escena en un futuro no tan lejano. Preciosa interpretación de este momento por parte de la soprano rusa del aria.
Siguen las dos escenas claves del personaje de Cio-Cio San: el aria ‘Un bel dì vedremo’ y ‘Tu? Tu? Piccolo iddio!’ de Madama Butterfly. Siurina nos va llevando poco a poco en la primera aria a través del relato de la geisha que tiene la esperanza de que Pinkerton regrese a ella. Muestra tanto la inocencia como la fuerza de Cio-Cio San; de nuevo, notamos cómo su registro central tiene más cuerpo y se expande con facilidad. Es una Butterfly completamente lírica y no tiene ningún problema con la escena final de la ópera. En donde muchas sopranos tienden a gritar, Siurina controla bien la intensidad y los forti para que se oiga la desesperación del personaje. Lleva a su instrumento al límite, pero siempre cuidando la belleza del sonido.
Madama Butterfly (Puccini): ‘Un bel dì, vedremo’ – YouTube
Siurina canta el aria de Adriana ‘Io son l’umile ancella’ de Adriana Lecouvreur de Francesco Cilea. Su interpretación es delicada, mostrando una exquisita línea de canto y un timbre prístino. Aquí podemos escuchar que su registro grave está bien apoyado y proyectado. Su mezza voce es impecable, además de hacer matices con un refinamiento casi belcantista. Continua con el aria de Margherita’“L’altra notte in fondo al mare’ de Mefistofele de Arrigo Boito.
De nuevo, Siurina se adentra en el sufrimiento del personaje sin exageraciones y con un canto cuidado. Su timbre es muy afín a los roles líricos de heroínas jóvenes atormentadas. Su dicción es siempre clara y sabe cómo resaltar en cada aria las palabras que la ayudan a expresar aún más lo que la música dice. Los tempi con los que Constantine Orbelian dirige permiten lucir mucho más la voz de Siurina; la va cuidando sin descuidar el fluir de la música en cada aria.
La única aria de Giuseppe Verdi que aparece en el disco es ‘Come in quest’ora bruna’ que canta el papel de Amelia Grimaldi/Maria Boccanegra en Simon Boccanegra. Es un papel que Siurina podría cantar en escena sin problemas, y en esta aria la escuchamos muy cómoda con la tesitura del aria.
Simon Boccanegra (Verdi): ‘Come in quest’ora’ – YouTube
Cierra el disco con dos arias de ópera rusa: el arioso de Iolanta y la “Escena de la carta” que canta Tatiana en Eugenio Oneguin, ambas de Chaikovski. Siurina entiende muy bien la música de su país y degusta el texto. Esto es evidente, sobre todo, durante la larga pero preciosa escena de Tatiana mientras decide si escribirle o no a Oneguin. Es un momento muy íntimo del personaje, un monólogo en donde la soprano debe ir creando e ilustrando las diferentes emociones por las que la joven pasa durante una noche donde descubre lo que siente por Oneguin. La ingenuidad y juventud de Tatiana se reflejan a la perfección en la voz de Siurina.
Eugenio Oneguin (Chaikovski): Escena de la carta de Tatiana – YouTube
Constantine Orbelian hace un excelente trabajo al frente de la Kaunas City Symphony Orchestra, experimentada orquesta que le responde coloreando y creando las texturas orquestales diversas que cada aria requiere. Es un director que siempre cuida y ayuda a sus cantantes para sacar lo mejor de sus interpretaciones. Un disco que muestra la madurez vocal e interpretativa de Ekaterina Siurina que esperamos ver más seguido en los grandes teatros de todo el mundo.