?? Die Zauberflöte en Los Ángeles

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Noviembre 16, 2019. La Ópera de Los Ángeles presentó la última ópera de Mozart, con libreto de Emanuel Schikaneder. La producción inusual, con pantallas que rememoraban el cine mudo de la década de 1920, fue concebida por Barrie Kosky, Suzanne Andrade y Paul Barritt para la Komische Oper de Berlín. 

Los cantantes fueron colocados en posiciones estacionarias, para que las animaciones de video adquirieran vida a su alrededor. Cuando la Reina de la noche le ruega a Tamino que encuentre a su hija, “secuestrada” por Sarastro, ella está ubicada sobre el escenario, en la forma de una araña de patas enormes. La diseñadora de vestuario, Esther Bialas vistió a la mayoría de los solistas en colores oscuros que resaltaban contra las pantallas de luz. Papageno vestía un traje beige que recordaba a los personajes de Buster Keaton. Y Papagena vistió de rosa. El traje de Tamino es negro, al igual que el vestido de Pamina, excepto por un listón blanco en la enagua de su falda. 

Como Papageno, Theo Hoffman era un juvenil pajarero que carecía de las virtudes masculinas de valentía y fortaleza. Él solo buscaba buena comida, buena bebida y una linda novia. El Tamino del tenor lírico Bogdan Volkov, principal solista de la Ópera Bolshoi, cantó con un timbre cálido y abrazador. La soprano checa Zuzana Marková cantó a Pamina con un sonido más bien dramático. El Sarastro de Kosky fue el bajo-barítono italiano Ildebrando D’Arcangelo, vestido con levita negra y bombín, quien cantó con un sonido más ligero del que se espera del sumo sacerdote. So Young Park fue la Reina de noche y cantó sus fiorituras con asombrosa facilidad. 

Como las Tres damas, participaron la soprano Erica Petrocelli, la mezzosoprnao Vivien Shotwell y la también mezzo Taylor Raven, cuyas notas graves casi no se escuchaban. Sarah Vautour fue una dulce Papagena y Frederick Ballentine, un vicioso Monostatos. 

Una vez más, el director de la casa, James Conlon, extrajo la sonoridad mozartiana de su orquesta con tempi vigorosos.

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