Lucía Olmos, de Túumben Paax: “Lo más importante que hacemos es la creación de repertorio nuevo”

Lucía Olmos, en Svadba, ópera contemporánea a cappella de Ana Sokolović

Con una exitosa trayectoria de 17 años, que incluye giras y presentaciones en recintos y festivales en México y en el extranjero, un acervo de más de 50 obras compuestas especialmente para la agrupación por compositores contemporáneos mexicanos, y algunas de grabaciones discográficas, el sexteto vocal femenino Túumben Paax (un vocablo maya que significa “música nueva”) ha desarrollado su actividad enfocándose en el fomento y promoción de la música contemporánea especialmente mexicana. 

Actualmente, el ensamble se encuentra realizando la escenificación de la ópera en un acto para seis voces a cappella titulada Svadba (La boda) con textos en serbio de la compositora serbia-canadiense Ana Sokolović. Con este motivo entrevistamos a la soprano Lucía Olmos, una de las fundadoras y actual directora del grupo, quien amablemente aceptó hablar con Pro Ópera sobre la formación y el origen del nombre, sus proyectos y su particular interés en la creación y divulgación de la ópera contemporánea para el ensamble.

¿Cómo nació el ensamble y cómo surgió la idea del nombre?
Hace 17 años yo estudiaba en la Escuela Superior de Música (ESM) y llevaba la materia “Música y Sociedad”, donde se trataba de hacer proyectos que fueran susceptibles para solicitar y obtener apoyos y ser vendidos. En esa época yo participaba en un grupo donde cantamos en el extinto Concurso Nacional de Composición Coral y no hubo un buen recibimiento por parte de otros compañeros con respecto a las obras que eran de música contemporánea, por lo que no nos permitieron cantar. 

Fue una pena porque a mí me gustaba la música contemporánea. Eso me hizo pensar que hacía falta un grupo, sobre todo de música vocal, porque existían grupos de música contemporánea pero instrumentales en México. Fue así como decidí formar el grupo que al principio era mixto. Después, con una amiga llamada Carmina Escobar, una cantante experimental con mucha trayectoria, decidimos hacerlo de mujeres para mujeres con seis voces. 

En el grupo original había dos cantantes de Mérida, y el padre de una de ellas hablaba maya, mientras que buscábamos un nombre que contara un poco lo que hacíamos, porque ya nuestro objetivo era muy claro: hacer música nueva y contemporánea, y fue él quien nos dio la idea de ponerle Túumben Paax. Nos encantó como sonaba, porque era de una lengua de origen indígena mexicano. Comenzamos a tener éxito como resultado de ser una idea tan original, sobre todo en esa época.

El sexteto vocal Túumben Paax nació hace 17 años, dedicado a la música contemporánea

En el periodo de existencia de 17 años del grupo, ¿cuáles resaltarías como los logros más importantes y significativos que ha alcanzado el grupo?
Yo creo que lo más importante que hemos hecho ha sido la creación de repertorio nuevo, porque hemos estrenado un poco más de 50 obras, la mayoría de ellas compuestas específicamente para nosotras, y esa aportación al repertorio vocal me parece que es lo más significativo. 

En un inicio me di cuenta que no había repertorio para un sexteto vocal femenino. Sí había para cuartetos o coros de niños, pero no es el mismo manejo de la voz. Por eso una de las principales labores fue la de contactar compositores y promover la creación de música nueva, así que la mayoría de nuestros conciertos, 90 por ciento o más, son obras que han sido creadas para nosotras. Después ha habido varios momentos destacados, por ejemplo, cuando nos dirigió el maestro Jorge Córdoba, que fue una bonita época donde viajamos mucho en nuestras primeras giras a escenarios internacionales, donde ganamos algunos concursos en Italia y Japón, y esos momentos han sido también muy significativos para nosotras. 

Otros dos momentos han sido ahora, con la ópera Svada, y hace siete años cuando estrenamos otra ópera llamada Marea Roja, que fue especial por el tema que habla sobre los feminicidios y sentimos un compromiso de expresar lo que estaba pasando, un proyecto fuerte pero importante. 

El interés principal del grupo es el de promover música nueva de compositores contemporáneos, especialmente mexicanos, pero por la manera como está conformado su coro, ¿existe algún interés de su parte en cantar música vocal o coral antigua?
En realidad, no, aunque en algún momento de nuestra historia hicimos un programa de contraposición entre la música antigua y contemporánea, y en algún momento hicimos algún concierto donde abordamos otras épocas, pero la verdad es que es un grupo muy especializado y muy enfocado a la música contemporánea y hemos hecho poco de otras cosas.

¿Qué me dices de cantos en lenguas indígenas, dado el nombre que tienen?
Sí, tenemos unas pocas obras donde los compositores han decidido escribir en otras lenguas, pero deberíamos trabajar más en comisionar o promover el uso e integración de las lenguas originarias mexicanas a nuestro repertorio. En realidad, sin embargo, eso tiene más que ver con el interés de los compositores, porque son ellos los que eligen qué escribir nosotras.

¿Cómo eligen sus proyectos o cómo entran en contacto con los compositores para solicitarles la composición de alguna obra?
En un inicio tuvimos que conocer a los compositores, presentarnos y hablarles de nuestro grupo —que es de mujeres y hacemos música contemporánea—, pero a lo largo del tiempo ya somos conocidas en el círculo de la música contemporánea, así que actualmente la búsqueda es mutua, como cuando nosotras tenemos algún apoyo para comisionar obras, contactamos a los compositores que conocemos y de los cuales nos gusta su trabajo, pero también ellos se acercan a nosotras para proponernos la realización de algún proyecto donde quieren incluir una obra para nosotras.

«La obra es a cappella: al final todo lo hacen las seis voces; solamente se tocan algunos palos de lluvia y el director toca a veces un gong…»

Actualmente están trabajando en la ejecución de la ópera en serbio Svadba (La boda) para seis voces a cappella. ¿Cómo nació este proyecto y qué recepción tuvo con el público en México en las primeras funciones que realizaron en el Teatro de la Ciudad?
Hace como cuatro o cinco años, una compositora mexicana amiga mía, que se llama Diana Syrse, me mandó el enlace de algunos extractos de la ópera, y me sorprendió mucho porque está compuesta exactamente para seis voces femeninas, y hace dos años contacté al equipo creativo y solicité apoyos hasta que este año reunimos los requisitos para hacerla. La particularidad es que es para seis voces a cappella, y no yo al menos no conozco otra ópera igual. 

Otra particularidad es que todo el tiempo el peso musical y escénico recae en las seis voces, y no hay una voz que sea más importante que la otra, sino que está pensando para trabajarse en ensamble y todas cantamos durante toda la obra. Con el equipo creativo —tanto la directora de escena como el director musical—, entre todos se conjuntó un gran equipo y hemos recibido comentarios muy positivos de la gente que ha ido a verla, ya que es un texto que no es sencillo porque no es una historia contada linealmente, sino que está basada en cantos tradicionales de Serbia. 

Siendo un texto contemporáneo, creo que la visión de la directora de escena fue muy importante y las imágenes creadas por la diseñadora de escenografía, la iluminación y el vestuario son muy lindas, ya que estando en escena no lo vemos, pero ahora que he visto fotografías es como un resultado mágico ver la conjunción de todo.

La obra es a cappella. ¿Cuál sería entonces el acompañamiento musical que mencionas?
Al final todo lo hacen las seis voces; solamente se tocan algunos palos de lluvia y el director toca a veces un gong de una nota en particular, pero eso es todo.

¿Cuál ha sido su relación con la compositora, ahora que estrenaron su obra en México y tienen previsto trabajar en otros proyectos con ella?
Es el estreno de la obra no solo en México, sino en Latinoamérica. Ana Sokolović está muy contenta. Hace unas semanas hubo una mesa redonda con ella, Diana Syrse y Rodrigo Cadet, donde se habló de las obras compuestas por mujeres en el CENIDIM, y ella lamentaba mucho el no poder haber estado en las funciones, pero se le hacía importante que se estuviera haciendo una ópera serbia en México. 

Hay planes de volver a hacer la ópera, pero aún estamos haciendo gestiones. Por lo pronto, las únicas funciones seguras son las que haremos en el CENART, y hemos recibido solicitudes de interés, pero no se ha concretado nada todavía en firme. Con la compositora tampoco tenemos algo ha pensado en el corto plazo, pero algo haremos con ella más adelante. La obra musicalmente es complicada, y aunque hay partes donde tiene unas escalas muy difíciles, vocalmente está muy bien hecha.

«Escuchar esta ópera, Svadba, es la mejor oportunidad para conocernos»

¿Qué nos podrías contar sobre el trabajo discográfico que ha hecho el ensamble?
Tenemos dos grabaciones propias que hemos producido nosotras, la primera fue Ríos de evolución. Hicimos diez obras donde les pedimos a los compositores que hablaran desde su perspectiva con relación al tema de la evolución, en el sentido de que a veces se repiten las cosas y otras no. La segunda se llama: Túumben Paax. Décimo aniversario, donde reunimos obras de compositores extranjeros. Las otras ocho son de compositores mexicanos e incluye algunas de las obras que ya habíamos cantado a lo largo de diez años y que nos gustaban mucho, y otras que fueron comisionadas para esa grabación, donde los compositores plasmaban un poco de su sentir en la celebración de este aniversario. Y la última producción, que es del compositor Oscar Alcalá, pero que la consideramos también nuestra porque la mitad del disco contiene obras donde cantamos nosotras, es Morir de almendra amarga. Esa tiene un ciclo de diez canciones sobre poemas de Valeria Guzmán, con un tema fuerte porque el subtítulo es canto para mujeres poetas suicidas, un tema un poco fuerte, y esa producción la hicimos a principios de este año. Las grabaciones están en línea en Spotify, YouTube, etcétera. Allí se pueden escuchar. 

¿Cuáles son los proyectos futuros del ensamble de los que nos puedas hablar?
En octubre o noviembre de este año vamos a estrenar un ciclo que se llama Antígona González, ciclo de canciones de música visual que está basado en el texto homónimo de una escritora mexicana que se llama Sara Uribe, con música de Rodrigo Cadet, nuestro director, que habla sobre el tema de las desapariciones en México. 

También sobre este tema de las desapariciones en México, presentaremos con la música algunas imágenes, algo más bien cinematográfico, donde la misma voz va a modificar las imágenes, para ser transmitido en línea o en algunos cines o en la Cineteca.

Con su formación vocal y musical, ¿que otras actividades realizan las integrantes del grupo de manera paralela?
Todas tenemos formación operística y hacemos otras cosas. Hay, por ejemplo, una integrante del Coro de Madrigalistas de Bellas Artes. Varias somos docentes: una soprano de 25 años es docente de la Facultad de Música de la UNAM; yo también soy maestra en la Facultad de Artes de la BUAP de Puebla; otras dos trabajan en otros espacios académicos; y una más trabaja en la Academia de Música Antigua de la UNAM, en la parte administrativa y logística.

Finalmente ¿qué podrías decirle a quienes aún no conocen al ensamble o no han escuchado su música?
Si no nos han escuchado, esta ópera serbia sería una oportunidad ideal, porque una de nuestras cualidades es que tenemos una sonoridad muy especial. Me parece que es una oportunidad para abrir un poco los oídos a otras cosas, porque a veces siento que hay prejuicios en relación a la música contemporánea; la gente piensa que no la va a entender, pero no es así: es una oportunidad de escuchar otras sonoridades y que no necesariamente se tengan que entender, sino experimentar una percepción sonora diferente. Escuchar esta ópera es la mejor oportunidad para conocernos.

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