Ray Chenez: “Varias óperas de Händel ya pertenecen al repertorio común”

El joven contratenor estadounidense Ray Chenez (Lockport, NY, 1984) posee una de las voces más emocionantes en el actual panorama operístico mundial. Con la sutileza y vehemencia de su canto logra encarnar personajes del barroco musical italiano, alemán e inglés, creados por soberbios compositores como Francesco Cavalli, George Friedrich Händel, Johann Adolf Hasse, Claudio Monteverdi, Nicola Porpora, Henry Purcell y Leonardo Vinci. 

Ray Chenez & Dominique Visse — Ercole Amante de Francesco Cavalli; Ensemble Pygmalion, Raphaël Pichon, 2019

Este artista ha interpretado también obras de inspiración clásica de Wolfgang A. Mozart y obras vanguardistas firmadas por Benjamin Britten, John Corigliano, Peter Eötvös y Ludger Vollmer, entre otros. Así mismo, ha tenido frecuentes colaboraciones con destacados directores especialistas en la ópera barroca como Gianluca Capuano, Laurence Cummins, Leonardo García-Alarcón, Raphael Pichón y Christoph Rousset.

Ray Chenez — Cherubino en Le nozze di Figaro de Wolfgang A. Mozart; Nickel City Opera, Michael Ching, 2015 

Logramos platicar con Ray Chenez acerca de su reciente asunción del rol del Nerone monteverdiano, así como de su carrera, preparación vocal e inquietudes artísticas, en exclusiva para Pro Ópera.

Actualmente te encuentras en las funciones de L’Incoronazione di Poppea de Claudio Monteverdi en la Opera de Rennes. ¿Podrías contarnos de la producción de Ted Huffman?
Ted es un gran director. Somos muy afortunados de trabajar con él. Su acercamiento realmente se enfoca en los personajes y sus relaciones, a gran detalle. Como él mismo nos dijo, la ópera trata sobre personas que realmente toman lo que ellos quieren de la vida. Esta producción es la suerte de un recuento de la historia con todos los personajes en escena todo el tiempo, cambiándonos de vestuario al lado del escenario y presenciando el desarrollo de la acción. Hay mucha diversión para el público y nosotros mismos. 

En los últimos tiempos, esta obra maestra se representa con regularidad. ¿A qué crees que se deba?
Simplemente porque es una obra perfecta para la escena. Es una obra multidimensional, con muchos personajes y personalidades diversas. Mientras tanto, la historia principal de Nerón y Poppea es cruel y hermosa a la vez, dejando a la audiencia un dilema: ¿debemos alegrarnos por ellos u odiarlos?

Musicalmente Monteverdi combina la música con el texto de una manera muy cercana al diálogo hablado, y esto permite muchas posibilidades de interpretación. En este repertorio comienzas a sentirte más actor que cantante.

 

El rol de Nerone posee una alta tesitura. ¿Es fácil para ti cantarlo? ¿Qué opinas de este fascinante rol?
Este rol se ubica en una tesitura naturalmente confortable para mí, lo cual no significa que sea fácil. Hay muchos detalles ilimitados en los cuales trabajar. En un personaje como el de Nerone, uno debe realmente trabajar en el dominio del texto, especialmente en la tesitura alta. Es un gran desafío decir las palabras a través de tu boca y cuerpo mientras mantienes un mecanismo vocal susceptible a crear un sonido hermoso. Más allá de eso, existe la oportunidad y el desafío de cantar con diversos colores para transmitir las emociones indispensables. Unido a lo anterior, la música de Monteverdi es gloriosa.

¿Cuándo y dónde sucedió tu preparación musical?
Mi preparación vocal es una colección de experiencias artísticas durante toda mi vida. Cuando era más joven me interesaba mucho el teatro y comencé cantando musicales en la escuela y la comunidad de Lockport, Nueva York. Me enamoré de la música clásica y la ópera en la última etapa de mi adolescencia e inicié mis estudios formales en la State University de Nueva York (SUNY) en Fredonia, y después de eso me gradué en la Universidad Estatal de Florida. Aún me considero un estudiante, ya que siempre hay mucho más que aprender y nuevas posibilidades de crecimiento. Siempre he estudiado continuamente con un profesor de canto, más recientemente con Andrea Del Giudice y actualmente con Paulette Vineyard. 

¿Cómo descubriste la ópera?
Como nací en una pequeña ciudad estadounidense, no tuve ninguna cercanía con la ópera mientras crecía, ya que no formaba parte de mi cultura cotidiana. Pude conocer sobre este género en la SUNY de Fredonia, cuando comenzaron mis estudios. Allí teníamos una producción operística al año, además de algunos estudios teatrales. En ese tiempo pensé que era muy difícil y que nunca llegaría a ser un cantante de ópera. Pero de alguna manera permanecí sin quitar el dedo del renglón y aquí estoy aún.

¿Disfrutas interpretar héroes barrocos?
He disfrutados todos los distintos roles que he interpretado, ya sean héroes, chicos malos o divertidos, con personalidad psicótica y también algunos roles femeninos. Si tuviera que interpretar el mismo tipo de personaje todo el tiempo, creo que sería muy aburrido. La variedad de personalidades que tengo la tarea de encarnar me desafía y ayuda a crecer como artista.

Hace poco cantaste el rol de Marzia en la ópera Catone in Utica de Leonardo Vinci, al lado de los contratenores Franco Fagioli y Max Emanuel Cenčić. ¿Cómo fue esa experiencia?
Es maravilloso contarte sobre esta experiencia. Fue mi primera producción en Europa y la segunda de mi carrera. Yo fui propuesto para cantar solo una presentación en versión de concierto; sin embargo, el colega Valer Sabadus, que cantaría todas las funciones, se enfermó y yo tomé su lugar. Fueron mis primeras presentaciones en diversas ciudades de Europa, mi primer rol femenino en escena, así como mi primera vez cantando al lado de estrellas como Max y Franco, y la lista sigue.

Ray Chenez — Marzia en Catone in Utica de Leonardo Vinci; Il pomo d’oro, 2015

¿Qué nos puedes decir de tu interpretación de Berta en Il barbiere di Siviglia de Rossini?
Eso fue realmente un sueño. Tan pronto como mi agente me preguntó si me gustaría cantar ese personaje, le contesté “Ese es mi trabajo”. Fue la oportunidad de cantar Rossini por primera vez, que es un repertorio que normalmente está cerrado para los contratenores. Rafael Villalobos, el director de escena, quiso incorporar elementos de la época de la transición democrática española, y parte de esa visión fue precisamente la presencia de una Berta de género ambivalente. Canté una aria de zarzuela (‘Tango de la Manegilda’ de La Gran Vía) en vez del aria tradicional del personaje (‘Il vechiotto cerca moglie’) y todo fue muy divertido.

¿Te gusta cantar ópera contemporánea?
Realmente disfruto cantar toda la variedad de repertorios. La emoción de interpretar nuevas óperas es la sorpresa de no saber lo que te espera. En términos musicales, es imposible ubicarlas a todas en una misma categoría, pues cada compositor es diferente. Cantar obras nuevas es un auténtico reto que me hace crecer de distintas maneras.

Ray Chenez — Aria del Refugiado de Flight de Jonathan Dove; 2014

¿Te gusta cantar las óperas de Händel?
Händel es uno de los más grandes compositores del periodo barroco. Cantar Ruggiero en Alcina fue un viaje tranquilo, por así decirlo. Fue posiblemente el rol más demandante que he cantado por la cantidad de arias, así como el largo tiempo que estoy en escena. Veo que este repertorio está cobrando fuerza en la actualidad, ya que el mundo de la ópera ha tomado algunas óperas de Händel como repertorio común. Hay muchos personajes de este genio que me gustaría cantar como Serse, Sesto en Giulio Cesare y Nerone en Agrippina, entre otros.

¿Puedes platicarnos sobre tu espectáculo “BroadRay”? ¿Planeas algún nuevo espectáculo como este para el futuro?
Al haber crecido en los Estados Unidos, mis primeros pasos en escena fueron dentro del género del teatro musical. Siempre he sentido un gran amor por los musicales, especialmente los clásicos. Silvia Purcar, de la agencia Parnasus, fue realmente la fuerza impulsora de este proyecto y la persona que me apoyó para interpretar esas canciones. Últimamente hemos pensado en compartir la música tradicional americana a las nuevas audiencias, y revivir esas canciones clásicas con una nueva luz. 

Ray Chenez — ‘Cabaret’ de Kander & Ebb en “Ray Chenez is BroadRAY!”; 2022

Me siento afortunado al tener vestuarios hechos especialmente para este espectáculo por Immagika Creative Designs en Sudáfrica. Tuvimos un momento desafortunado con el show, ya que la pandemia golpeó cuando estábamos a la mitad de los preparativos, lo que naturalmente causó muchas complicaciones. Esperamos presentarlo en el futuro ante las audiencias en vivo como lo pretendíamos hacer originalmente.

¿Quiénes son tus cantantes favoritos?
Podría enlistar a cien colegas con quienes he cantado, quienes además de ser grandes artistas también son maravillosas personas. Para tu pregunta viajaré a mi infancia y pensaré en aquellos que escuchaba en mi reproductor de discos: Luciano Pavarotti, Michael Jackson y Stevie Wonder.

¿Cuáles son tus óperas favoritas?
Eso probablemente cambia a diario. Mi primera respuesta sería que la ópera que estoy cantando en este momento. Es sorprendente todo lo que descubres cuando te sumerges profundamente en un trabajo: las intenciones de los creadores, los detalles en su interior, la historia de la pieza cuando fue compuesta, y la lista sigue. Mi apreciación de un trabajo crece con cada día en que la voy explorando.

¿Dónde vives actualmente? ¿Eres feliz viviendo allí?
Actualmente mi hogar está en Viena. Es una extraordinaria ciudad llena de arte y cultura. Si quieres asistir a alguna función cualquier noche hay muchas opciones para considerar. También es una ciudad en que espontáneamente te puedes topar en la calle con amigos y colegas, que se encuentran en la ciudad ofreciendo alguna presentación. Es uno de los pocos lugares en el mundo en que te puedes sentir popular como artista clásico.

¿Qué opinas del futuro de nuestro mundo? ¿Eres feliz viviendo en él?
Me gusta vivir en el espacio del “no sé nada”. El mundo es impredecible y nunca sabemos realmente qué va a pasar. En cierto modo vivimos en un mundo que lo tiene todo, y muchas cosas están mejorando todo el tiempo, pero el mundo nunca ha sido perfecto. Siempre hay conflictos y atrocidades que nunca se van. Tenemos la suerte de vivir en un mundo donde casi todo está al alcance de la mano. Puedo decir que para los artistas que viajan, el acceso que tenemos a la comunicación digital es increíble. Sin embargo, encuentro que el flujo constante de información proveniente de mi teléfono es algo agotador. Esa es una de las grandes cosas de mi trabajo. Una vez que estoy en el escenario, ya sea en ensayo o en función, todo lo exterior se apaga.