Jonathan Tetelman: Arias

Jonathan Tetelman (tenor), Vida Miknevičiūtė (soprano), José Simerilla Romero (tenor), Magdalena Łukawska (soprano)
Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, Capella Cracoviensis; Karel Mark Chichon
Deutsche Grammophon CD

El tenor chileno-norteamericano Jonathan Tetelman presenta su primer disco con una selección de arias (y un dueto) que van desde Friedrich von Flotow hasta Riccardo Zandonai, pasando por Giuseppe Verdi, Giacomo Puccini, Amilcare Ponchielli, Pietro Mascagni, Franceso Cilea, Umberto Giordano, Jules Massenet y George Bizet. 

El director gibraltareño Karel Mark Chichon dirige a la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria y participa también en este disco la soprano lituana Vida Miknevičiūtė, en el dueto de Francesca y Paolo del tercer acto de Francesca da Rimini y cantando las líneas de Leonora en la escena de ‘Ah, sí ben mio… Di quella pira’ de Il trovatore de Verdi.

Cuando Tetelman comenzó a estudiar canto, era barítono y, con el tiempo hizo el cambio a tenor. Si bien conserva la sonoridad y redondez de sus años baritonales, al ascender la escala, la voz de Tetelman se oye cálida y con squillo, con agudos seguros, expansivos y libres. Otra de sus cualidades más atractivas es la expresividad a flor de piel y la atención que le presta a las palabras. Su elección de repertorio refleja muy bien esa frontera vocal en la que se encuentra en este momento en su carrera, en que está fluctuando entre el repertorio lírico a más dramático, más spinto.

Abre el recital con el aria de Enzo ‘Cielo e mar’ de La Gioconda de Ponchielli, la cual interpreta con elegancia, pasión y buen gusto. Le sigue la corta, pero muy emocionante aria de Loris ‘Amor ti vieta’ de Fedora de Giordano. Tetelman la canta con una línea de canto tal, que llega a la frase “t’amo, se il labbro dice: non t’amerò!” con un refinamiento vocal que impresiona. 

‘Cielo e mar’, La Gioconda de Amilcare Ponchielli

Del Verdi temprano, Tetelman interpreta la breve pero bella aria de Jacopo ‘Non maledirmi, o prode’ de I due Foscari, conocida como la escena de la prisión. Aquí tenemos un ejemplo de la flexibilidad de la voz de Tetelman, afrontando un rol y un estilo de aria más ‘belcantista’.

Una de las arias más bellas que se cantan tanto en alemán (como es originalmente) como en italiano en los recitales de tenores es el aria de Lionel ‘M’appari’ de la ópera Martha de Flotow. Tetelman la canta con gran lirismo, de nuevo moldeando su voz para acoplarse al estilo del aria. 

Hay dos arias del repertorio francés en el disco: el aria de Don José ‘La fleur que tu m’avais jetée’ de Carmen de Bizet y ‘Pourquoi me réveiller?’ de Werther de Massenet. El rol de Don José le queda perfecto a Tetelman y sabe cómo cantar con instinto teatral la famosa aria de la flor. Lleva muy bien la emoción in crescendo, llegando a un clímax emocional en la famosa escala en donde llega a un Si bemol pleno y sonoro que fila al final. El rol de Werther es de gran lucimiento para el tenor; Tetelman canta el aria del protagonista con clara dicción francesa y gran lirismo. Amolda muy bien su timbre aterciopelado en la zona central y canta los agudos con pasión y squillo.

Toute mon âme est là… Pourquoi me réveiller’, Werther de Jules Massenet

El verismo predomina en casi todo el disco, mostrando las cualidades más fuertes de la voz de Tetelman. Dos joyas musicales de menos de dos minutos y medio se incluyen en este disco: el aria de Maurizio de Sassonia ‘La dolcissima effigie’ de Adriana Lecouvreur de Cilea y el aria de Pinkerton ‘Addio fiorito asil’. Lo interesante en ambas es que Tetelman utiliza muy bien las dinámicas musicales y los matices para “contar la historia” o el sentimiento de cada aria. Va tejiendo el texto con la música, utilizando su bien timbrada voz para los momentos climáticos de ambas. 

De Umberto Giordani canta un rol que le queda perfecto, tanto por temperamento como por color de voz: el protagónico de Andrea Chénier. De esta ópera interpreta el aria ‘Come un bel dì di maggio’ con una línea de canto impecable y el heroísmo que requiere la pieza. Incluye el aria de Turiddu ‘Mamma, quel vino è generoso’ de Cavalleria Rusticana de Mascagni, en donde Tetelman actúa además de cantar este momento tan desesperado del personaje. Nos va llevando poco a poco por el drama y el adiós de Turiddu a su madre. Su voz se expande en los momentos más intensos y nunca se le escucha al limite. Se agradece que no es un tenor que tenga como dinámica vocal solamente el forte y el fortissimo, como suele pasar en este tipo de repertorio. La soprano Magdalena Łukawska nuevamente canta la frase de Mamma Lucia. 

El único dueto en el disco es ‘Paolo, datemi pace… Perché volete voi ch’io rinnovi’ del acto tercero de la ópera Francesca da Rimini de Zandonai. Esta escena entre Paolo il Bello y Francesca es gran intensidad dramática y, por momentos, de lirismo casi etéreo, lo cual hace que el tenor y la soprano tengan que saber medir sus fuerzas histriónicas y vocales para acentuar tanto el dramatismo de la escena como sus instantes más amorosos. Tetelman ya ha cantado el rol de Paolo y se siente cómodo en esta música; y tiene en la soprano lituana a una gran compañera vocal. Su voz, al igual que la de Tetelman, está en esa frontera entre lírico y spinto que le permite ser una Francesca que se oye joven pero también con el peso vocal para los momentos más dramáticos. Su voz es muy bella, de timbre metálico, con agudos limpios y claros. La orquesta juega un gran papel en este dueto ya que brinda una atmósfera casi mágica a esta reunión de los amantes. 

De vuelta a Verdi, Tetelman canta el aria de Don Alvaro ‘La vita e inferno al infelice… O tu che in seno agli angeli’ de La forza del destino. Usa bellamente la mezza voce, con filati y matices que ilustran la desesperación del personaje. 

‘O tu che in seno agli angeli’, La forza del destino de Giuseppe Verdi

Cierra el disco con la escena ‘Ah, si ben mio… Di quella pira’ de Il trovatore de Verdi. Tetelman es un Manrico viril, apasionado y con un canto heroico; entiende a la perfección que la primera parte (‘Ah, si ben mio’) tiene todavía cierta influencia de bel canto. Por ello, su manera de cantarla es sul fiato, pensando en un fraseo elegante y sin brusquedad alguna en su interpretación. Para los melómanos que prefieren un Manrico con ímpetu, arrojado y varonil en actitud y voz, Tetelman no los defraudará. Vida Miknevičiūtė canta las breves frases de Leonora para luego hacer la transición a ‘Di quella pira’, que Tetelman canta con voz plena y con un squillo brillante. Sostiene la última nota en la palabra ‘All’armi’ durante 14 segundos, culminando el disco con un momento musical inolvidable.

El también tenor José Simerilla Romero canta las breves líneas de Ruiz. Mención especial para la dirección orquestal de Chichon, que refleja su experiencia dirigiendo cantantes y su excelente trabajo dirigiendo a la Orquesta de Gran Canaria. La orquesta “canta” con Tetelman y hace matices y colores muy atractivos en el acompañamiento orquestal. Bien la participación breve de la Capella Cracoviensis como coro de fondo en el dueto de Francesca da Rimini y en ‘Di quella pira’. 

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